Tarragona incorpora a perros como apoyo emocional a niños víctimas de violencia sexual

El proyecto Huscan tiene el objetivo de reducir los niveles de estrés y ansiedad de los menores y mejorar la comunicación con el equipo multidisciplinario que los atiende

11 abril 2022 11:59 | Actualizado a 11 abril 2022 12:05
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Los niños y adolescentes víctimas de violencias sexuales atendidos en Barnahus (Casa de los niños, en islandés) de Tarragona podrán hacer terapias con perros gracias a la nueva iniciativa de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) del Departamento de Derechos Sociales y la Fundación Affinity.

El proyecto Huscan tiene el objetivo de reducir los niveles de estrés y ansiedad de los atendidos en la Unidad integrada de atención a los niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales, y mejorar la comunicación con el equipo multidisciplinario que los acompaña.

La intervención asistida se hace con perros que, en el caso de las terapias en Barnahus, han sido rescatados de situaciones de abandono y maltrato y que, con el adiestramiento y guía de la Fundación Affinity, ayudan a personas en situación de vulnerabilidad en su proceso de recuperación.

La directora general de Atención a la Infancia y la Adolescencia, Ester Cabanes, ha explicado que "el perro proporciona medios naturales e instintivos para que los niños y las niñas puedan expresar emociones y sentimientos, puesto que sienten que el perro no los juzgará nunca”, contribuyendo a la intención de crear un espacio agradable y seguro del proyecto Barnahus.

Aprovechando la presencia del animal, durante las sesiones se realizan actividades en que se trabaja el reconocimiento de emociones y dinámicas de comunicación física y verbal. En estos casos, el animal actúa como un espejo a partir del cual se pueden trasladar experiencias y aprendizajes de la realidad del menor. La manera de comunicarse, establecer límites en la relación y las caricias del perro sirven como modelo y punto de partida para trabajar estos aspectos en el ámbito de las relaciones interpersonales.

La responsable de Terapias de la Fundación Affinity, Maribel Vila, ha destacado que “la vinculación que se establece entre el niño y el perro se percibe como una relación de seguridad porque el animal no juzga. Esto permite que el niño esté más abierto a la intervención de los y las profesionales y que, por lo tanto, se establezca una comunicación mucho más tranquila y reposada”.

Con esta iniciativa, se quiere llevar a la Barnahus el éxito de la colaboración entre la DGAIA y la fundación, presente desde hace 8 años en terapias con niños tutelados por la Generalitat y con sus familias. Además de ser terapias muy bienvenidas por los padres, madres, niños y niñas, han demostrado mejoras emocionales y comunicativas tanto en los niños individualmente como en el vínculo con sus familiares, puesto que los animales facilitan la expresión personal y permiten trabajar aspectos de los vínculos y las relaciones.

La directora de la Fundación Affinity, Isabel Buil, ha añadido: “Varios estudios han demostrado que las intervenciones asistidas con animales están al nivel de otras terapias para tratar aspectos emocionales y de conducta. Pero con un factor diferencial: la motivación para colaborar con el perro es más alta. Para la fundación es muy satisfactorio colaborar con la DGAIA para contribuir en el bienestar emocional de los niños, mejorar su comunicación con el entorno, e incrementar su calidad de vida”.

Triplica la detección de abusos

La Barnahus sitúa al niño en el centro de la intervención y hace que sean los profesionales los que se desplacen, y no al revés: “Barnahus es un espacio que se ha creado cómo si fuera una casa para que los niños y niñas lo perciban como un lugar agradable, en el cual se sientan seguros y protegidos, y que sea lo menos traumático posible”, en contrapartida con otros espacios (policiales, judiciales, forenses...), detalla el coordinador de Barnahus, Josep Ramón Juarez.

Este recurso pone el niño que ha sufrido abusos sexuales (o se sospecha) en el centro de la atención, y tiene como principal objetivo agrupar en un mismo espacio todos los recursos que intervienen en un caso de abuso sexual infantil. Esto permite reducir las evaluaciones y entrevistas gracias a la coordinación de equipos multidisciplinarios y así evita la revictimización de los niños y adolescentes, haciendo que solo tengan que explicar una vez lo que les ha pasado. Los niños y adolescentes (de 0 a 18 años) reciben apoyo psicológico, acompañamiento y asesoramiento profesional durante todo su proceso.

Desde su inicio, Barnahus Tarragona ha atendido 363 niños, 60 estos primeros meses de 2022. Cerca del 80% son niñas y el 20% niños, mientras que el 52% de los casos se han dado al entorno intrafamiliar, ante el 48% fuera de la familia.

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