Un proyecto de la URV propone mejoras en los espacios de salud de Tarragona
El Parque del Francolí y el Pont del Diable son algunos de los escenarios que los investigadores transformarían

La imagen virtual de la propuesta del proyecto para el puente de l’AP-7.
La URV, junto con otras instituciones, busca mejorar la accesibilidad y facilitar el uso de los espacios de salud del municipio de Tarragona con su nuevo proyecto. Después de detectar los déficits de los parques y caminos del eje Francolí-Pont del Diable, el equipo ha hecho una serie de propuestas «ideales» para ser valoradas por la ciudadanía.
Los investigadores crean de tres relatos de ficción, difundidos a través de las redes sociales, que remiten a los cuestionarios de opinión. La idea es que las administraciones reciban el informe final con los puntos de mejora y las propuestas, además de los deseos de la población, claves para conseguir unas áreas de salud que ciuncidan con las necesidades sociales y el potencial ambiental.
Los puntos débiles y las propuestas innovadoras
Según el equipo, los puntos a mejorar son: la carencia de puntos de encuentro para fomentar el tejido social, el ruido excesivo a causa de las infraestructuras de comunicación, la falta de puntos de reposo, la dificultad de ubicarse en los caminos y cruces con las vías de tráfico rodado y los elementos indusriales en el paisaje.

El proyecto propone espacios con más presencia de agua y colores, más amables.
A partir de aquí, se han diseñado propuestas innovadoras. Por ejemplo, la creación de una zona verde con fuentes, bancos y zona de sombra en el Parque del Francolí.
En el camino que va hasta el Parque Eco-Histórico del Pont del Diablo, bajo el puente de la autopista, la construcción de un punto de encuentro de entidades de fomento de la cultura musical. Un espacio de encuentro de diferentes voces, donde convergen artistas sonoros con el tejido asociativo de los barrios.
El Pont del Diable podría disponer de un nuevo pavimentado que facilita el acceso y el goce visual del monumento. «Se trata de generar escenarios ideales en el umbral de la utopía y la distopia para activar la ciudadanía, que son los que tienen poder para producir los cambios», afirma Elena Bartomeu, investigadora de la UOC.
La participación ciudadana
Para llamar la atención del público y conseguir una participación amplia en el proyecto se recurre a la ficción. Así, el diablo haciendo de las suyas cerca del acueducto romano; diálogos imposibles entre la autopista y el río Francolí, y la investigación de una idílica zona virgen son los protagonistas estos días en las redes sociales.

De izquierda a derecha, Yolanda Pérez, Pau de Solà-Morales y Elena Bartomeu, investigadores del proyecto.
Una vez fijada la atención del público, se le invita a participar en los cuestionarios de opinión, a los cuales también se puede acceder a través de los QR situados en pósteres repartidos por los escenarios del proyecto o a través del enlace de la encuesta.
La última fase del proyecto será hacer llegar el informe final al ayuntamiento, con los déficits detectados y la percepción y las necesidades de la ciudadanía.
El proyecto quiere dejar claro que los activos de salud de un entorno urbano no solo son los centros sanitarios. «También lo son los senderos, los gimnasios al aire libre..., que son activos de salud cotidianos. Hay que hacerlos más agradables, más amables y adaptados a las necesidades, los deseos y las características de los ciudadanos», afirma Yolanda Pérez, investigadora del GRATET.
El Parque del Francolí y el Pont del Diable son algunos de los escenarios que los investigadores transformarían