Eran la ilusión de Joan Pascual que en el hospital preguntaba a su hijo Jordi que cómo iba la plantación de los almendros en aquella finca.
Todo iba bien. Los mil almendros estaban plantados, con los protectores colocados, las hierbas retiradas, respondía Jordi sobre esas 5 hectáreas de terreno en La Bisbal del Penedès que con los años sería un gran campo de almendros.
Pero alguien se ha llevado una treintena de árboles que Jordi Pascual y su esposa Esther Andreu plantaron tras acondicionar toda la finca. Para Jordi, dedicado al campo desde niño y para quien la agricultura es una pasión, lo de los robos es el campo ya lo conoce. Peor lo lleva su esposa.
Precio
Jordi desconoce quién ha podido ser el autor del robo. Porque cada ejemplar puede tener un precio de 5 euros. Por ello no cree que la intención del robo sea exclusivamente económica. Y menos para unos almendros que todavía no daban fruto.
Aunque cada ejemplar puede haber supuesto más de 40 euros entre el protector para evitar que los conejos roan la parte baja del árbol y el trabajo.
Supone que esos árboles estarán ya plantados en alguna finca o jardín.
Desamparados
La situación muestra el desamparo con el que se encuentran los agricultores por los robos, hasta hace unos meses centrados en la algarroba por el precio que ha alcanzado el producto.
«¿Pero robar unos almendros?». Jordi trabaja en la agricultura ecológica y tiene una marca propia. Le pagan 1 euro el kilo de almendra.
Por ello Jordi ha pedido información por si algún vecino ha podido ver movimientos extraños en la finca.