VIDEO: Cercado para proteger del expolio el tesoro de Banyeres

En agosto comenzará una intervención intensiva 

21 julio 2021 16:24 | Actualizado a 21 julio 2021 17:01
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Todo apuntaba a un gran potencial bajo ese terreno de Masies de Sant Miquel en Banyeres del Penedès. Los restos encontrados en superficie ya hace 30 años y sucesivamente, como cerámicas íberas y fenicias, ya insinuaban lo que podía haber bajo lo que durante décadas fueron unos campos agrícolas.

Los estudios de georradar confirmaron con creces lo esperado. En el subsuelo se trazaba una gran ciudad íbera con calles y casas con muros de hasta cuatro metros.

Desde entonces se han sucedido las excavaciones que a cada metro sorprenden aún más. Esa gran ciudad íbera ocupa unas 2,5 hectáreas. En la última intervención realizada este año se ha podido recuperar al completo una de las casas.

Pero esa riqueza arqueológica es muy vulnerable a expoliadores. Por ello el Ayuntamiento pidió a la Diputació que vallase todo el perímetro para proteger el conjunto. Finalmente el organismo provincial asumirá esos trabajos.

No es la primera vez que en la zona se ve a personas con detectores de metales. El pasado año los Mossos detuvieron a un hombre de 60 años  como autor de un presunto delito contra el patrimonio histórico. El hombre reconoció que se dedica como afición. Los Mossos comprobaron que el material que llevaba era de época íbera de los yacimientos arqueológicos de la zona.

El hombre no disponía de ninguna autorización para realizar la actividad de búsqueda, ni por parte del propietario del terreno ni por el Departament de Cultura.

Este agosto está previsto realizar una intervención en intensidad en Masies de Sant Miquel y el objetivo es que todo el área quede protegida para evitar saqueos. En esa intervención podrían quedar muchos elementos al descubierto por lo que es necesario protegerlo.

Además de impedir el saqueo también se evitan los daños ante la posibilidad de extracciones negligentes. El alcalde de Banyeres, Amadeu Benach, explica que las excavaciones previstas han llegado a un punto de gran interés por lo que es necesario una protección física.

La gran ciudad íbera muestra un trazado de calles regulares y están delimitadas por muros que tendrían una altura considerable. Masies de Sant Miquel sería el asentamiento más singular al sur del Llobregat equiparable al de Ullastret, uno de los yacimientos íberos mejor conservados y más importantes de Catalunya. Sería la gran ciudad íbera de la Cosetania Oriental de la que dependerían otros asentamientos como los de Cunit, Calafell o El Vendrell.

Sobre la ciudad de hace 2.500 años surgió otra, lo que permitiría conocer cómo era la vida en un asentamiento íbero primitivo de gran tamaño e incluso con una posterior ocupación romana.

La excavación es la acción más agresiva sobre el terreno y antes debe conocerse con detalle lo que hay. Los historiadores modernos consideran que la excavación directa es una forma de investigación del siglo XIX y que cómo saber lo que hay es más interesante que la propia excavación.

El asentamiento de Masies de Sant Miquel quedó confirmado hace  20 años por las obras para construir una balsa. Grandes muros de hasta 4 metros de alto quedaron al descubierto.  El hallazgo obligó a paralizar las obras de la balsa y todo el terreno fue catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). 

El pasado año el Ayuntamiento compró el terreno. Esa ciudad podría haber albergado población desde el siglo VII al II antes de Cristo. Esto significaría que estuvo ocupada durante todo el periodo ibérico, una singularidad de gran valor para los investigadores.

 

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