Mossos y la Guardia Civil investigan el origen del brote de peste porcina: ¿salió de un laboratorio?

Las investigaciones sobre el brote de peste porcina africana (PPA) detectado en Cerdanyola del Vallès siguen avanzando en varias direcciones. Los Mossos d'Esquadra abrirán una investigación propia para determinar el origen del virus, después de que un informe del laboratorio de referencia de la Unión Europea apuntara que la cepa hallada en Catalunya pertenece al grupo genético 29, muy similar al virus ‘Georgia 2007’, utilizado habitualmente en estudios experimentales en instalaciones de confinamiento biológico.

El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, ha admitido que el informe “no es concluyente, pero no descarta ninguna hipótesis”, incluida la posibilidad de un escape accidental desde un laboratorio como el IRTA-CReSA. Su departamento ha abierto un expediente informativo para analizar la documentación técnica y “estrechar el cerco” sobre el origen del foco detectado el 28 de noviembre.

Paralelamente, el Ministerio de Agricultura ha iniciado otra investigación tras recibir el mismo informe europeo, que sugiere que el virus podría no proceder de animales o productos importados, sino de un origen ligado a instalaciones de bioseguridad. La Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria ha trasladado el caso al Seprona de la Guardia Civil para su análisis, en cumplimiento del reglamento comunitario.

Mientras avanzan las pesquisas, el sector ganadero vive con creciente inquietud. 

Las organizaciones agrarias —Asaja, COAG, UPA, Unión de Uniones y Cooperativas Agro-alimentarias— han reclamado al ministro Luis Planas que se proceda al sacrificio de los cerdos situados en un radio de 20 kilómetros alrededor del foco, una medida preventiva que, según sus cálculos, afectaría a unas 40.000 cabezas. 

Consideran que el vaciado sanitario es la forma más segura de evitar la expansión de la PPA y piden ayudas económicas para compensar a las explotaciones afectadas.

Sin embargo, el Ministerio no es partidario por ahora de este planteamiento. Planas ha defendido que la carne procedente de estas granjas “puede entrar perfectamente en la cadena de consumo”, y ha instado a denunciar a los mataderos que estén rechazando animales de la zona pese a haber dado negativo en las pruebas, una situación que ya ha provocado acumulaciones de producto.

La tensión también es notable en Catalunya, donde los mataderos han empezado a limitar la entrada de animales por precaución. Desde COAG y Asaja alertan de que esta situación puede generar sobrepeso en los animales y problemas de bienestar, y reclaman una solución urgente.

Las organizaciones del sector temen que, sin un plan claro, la incertidumbre acabe afectando al mercado porcino.

A la espera de avances en las investigaciones, tanto el El Ministerio como la Generalitat insisten en mantener la prudencia y evitar alarmas innecesarias en un momento en que las autoridades europeas consideran que la situación puede controlarse si no se producen nuevos focos fuera de la zona delimitada.