Facua denuncia a PortAventura por no dejar entrar con comida ni bebida a sus clientes: «Es un abuso»

La organización Facua - Consumidores en Acción ha denunciado ante el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 a varios de los parques temáticos más importantes de España —PortAventura, Isla Mágica, Parque Warner y Terra Mítica— por prohibir a los visitantes el acceso con alimentos y bebidas a sus instalaciones.

Según Facua, esta medida busca obligar a los visitantes a consumir exclusivamente en los establecimientos o máquinas expendedoras dentro del recinto, donde los precios son «notablemente más altos».

La asociación ha solicitado a la Dirección General de Consumo que abra expedientes sancionadores contra estas empresas, alegando que estas prácticas van en contra de la Ley de los Consumidores.

El resto de parques europeos sí lo permiten

Facua ha comparado estas restricciones con la política de otros grandes parques temáticos europeos, como Disneyland París y Parc Astérix en Francia, Europa-Park en Alemania, Legoland Windsor Resort en Reino Unido y los Jardines de Tivoli en Dinamarca. En todos ellos, aseguran, sí se permite la entrada con comida y bebida, por lo que consideran que la prohibición en los parques españoles es un abuso del derecho de admisión.

En cuanto a la justificación para tomar esta medida en los accesos, en sus normas PortAventura no expone los motivos por los que no permite la entrada con bebida ni con comida preparada en casa o comprada fuera del recinto. El Diari de Tarragona se ha puesto en contacto con la dirección del parque temático de Vila-seca y Salou, que ha rechazado dar explicaciones acerca de esta política.

Del resto de parques españoles, Parque Warner alude a «motivos injustificados de higiene y seguridad» en sus condiciones de acceso, mientras que Terra Mítica argumenta razones de «salubridad, higiene y seguridad alimentaria».

Facua sostiene que estas limitaciones no responden a razones objetivas ni de seguridad ni de higiene, sino únicamente a intereses económicos, con el objetivo de aumentar sus beneficios a costa de restringir la libertad de elección de los consumidores y generarles un perjuicio económico.

En su denuncia, la asociación recuerda que la actividad principal de estos recintos es la prestación de servicios recreativos como parques temáticos, y que la restauración es un servicio complementario que no forma parte del precio de la entrada. Por tanto, consideran que obligar indirectamente al visitante a consumir dentro del recinto supone una «imposición de servicios accesorios no solicitados».