Calafell traza una ruta por el universo Barral y el 'boom' literario que reunió
Son trece plafones por los lugares que marcaron al poeta y editor

Giorgio junto al plafón que recuerda al histórico restaurante
Carlos Barral fue uno de los poetas más destacados de la generación de los 50, junto a un grupo de amigos como Jaime Gil de Biedma o José Agustín Goytisolo. Apasionado de Calafell, donde se instaló procedente de Barcelona, Barral decía que Calafell era el mito de la infancia feliz.
En Calafell la que fue casa de Barral es un museo que muestra la obra y figura del poeta y editor que hizo de la localidad el punto neurálgico de la literatura latinoamericana. Por esa casa pasaron desde Vargas Llosa a Jorge Edwards, Gabriel García Márquez, Juan Marsé Goytisolo y muchos otros. Fue la época del boom.

El plaffón sobre el histórico Giorgio
Pero el universo Barral se extendía por todo Calafell. Desde el bar L’Espineta, que el fue el lugar donde se alargaban las tertulias y ensoñaciones a la cofradía de pescadores. Barral lamentaba la pérdida de barcas de madera reposando en la playa. También en el paseo marítimo o en el histórico restaurante Giorgio, ya desaparecido. Su propietario Giorgio Sefarini impulsó un cuadro colectivo dedicado a ese pasado literario.

Barral estuvo muy implicado con la cofradía de pescadores.
Para dar a conocer ese legado universal Calafell ha conformado una ruta por sus calles que permiten sumergirse en esa época literaria de Barral y los escritores latinoamericanos. Era una asignatura pendiente para dar a cocover una historia desconocida para muchos de los que llevan años veraneando y visitando el municipio.
El poeta Juan Cruz, recordaba en el Diari las largas y profundas charlas con Barral.

Un plafón para el Bot Salvavides
La distribución de los plafones no tiene un orden a seguir. Están repartidos y explican historias de lugares en los que Barral se inspiró, reivindicó, creó o mantuvo reflexiones con escritores de reconocimiento mundial. Con fragmentos de citas y entrevistas.
La ruta recuerda al Capitán Argüello, la barca de los Barral y la Francisca, la otra embarcación que fascinaba al poeta de la que dijo que era la más grande, bonita y rápida. La iglesia de Sant Pere, en la que se casó con Ivon flanquedao por la tripulación del Bot Salvavides. Su implicación con el patrimonio histórico y con los pescadores.

La ruta
El recorrido permite descubrir a Barral y a un pasado de Calafell que durante décadas no ha sabido explicar. Ahora el visitante descubre un Calafell literario y que los escritores y poetas llevaron a sus páginas, como Vargas Llosa que se inspiró para su celebrada La casa verde en Calafell.