En su primera Festa Major de la Mare de Déu del Camí como alcalde, Alfredo Clúa da sus claves de la programación y repasa algunos de los retos a los que se ha enfrentado desde su llegada al cargo.
¿Cómo han ido los preparativos de la Festa Major?
Estamos muy contentos. Tenemos un programa muy amplio, ha habido mucho trabajo y, aunque empezamos a gobernar más tarde, hemos podido incorporar iniciativas nuevas.
Tenemos novedades como la cena popular de Vileros i Mariners y las Barretes; o la comida popular de la colla castellera Xiquets de Cambrils, que celebra sus 30 años.
En la presentación dijo que la del Camí tiene que ser la tercera fiesta en importancia de Tarragona.
Por población y con toda la gente que viene en verano, que multiplicamos por tres, Cambrils es la tercera ciudad y eso nos lo tenemos que creer. Para nosotros son las terceras fiestas de la provincia.
Echando un vistazo al programa ya se ve que Cambrils tiene un gran dinamismo de entidades festivas.
Cambrils siempre ha sido una ciudad con un tejido asociativo muy desarrollado y eso se ve en eventos como este. Todas las entidades están involucradas. Hay muchas entidades y muy movilizadas. De hecho, el programa de fiestas es suyo.
Eso lo hará más fácil a la hora de diseñar una fiesta mayor, ¿no?
Es lo idóneo. Podríamos licitar para organizar actos, pero culturalmente el valor que te da una entidad es único y por eso intentamos estar siempre a su lado. Hay que poner en valor el trabajo de esas personas que sacan horas de su tiempo familiar para organizar una actividad en beneficio de Cambrils.
Una de ellas, la Colla Gegantera Tota l’Endenga, será la responsable del pregón este año.
Para nosotros las entidades son fundamentales y queremos que siga siendo así. Qué mayor apuesta que darle un pregón a una entidad que lleva 30 años como Tota l’Endenga, concienciada, activista y altruista con las fiestas y con toda la actividad cultural de Cambrils.
La celebración llega en la recta final de la temporada alta turística. ¿Cómo está yendo?
Las sensaciones que nos llegan es que las reservas se han hecho mucho a última hora y por eso al principio había bastantes interrogantes sobre cómo iba a ir la temporada. A nivel de ingresos, parece que la inflación se ha podido compensar mejor que el año pasado.
¿Con qué deberes llega el nuevo gobierno a septiembre?
Los deberes son que toda la maquinaria empiece a funcionar ya lo más rápido posible. Tenemos que aprobar ordenanzas fiscales, los presupuestos... Ya hemos empezado a activar un departamento para captar Fondos Next Generation, que es algo muy importante que necesitábamos.
Este verano se está incidiendo mucho contra el ‘top manta’.
Hay un problema que viene de muchos años y no podemos estar quietos. Es un problema de seguridad pública, de falsificaciones y otro fundamental, que es de convivencia. Los vecinos se ven afectados porque hay mucha gente en muy poco espacio. Teníamos claro que había que actuar y ya hemos hecho dos dispositivos de identificación y hemos incautado múltiple material.
Otro de los temas que más urge la gente es mejorar la limpieza de las calles.
Ya implementamos un refuerzo en la limpieza de 15.000 euros y eso ya se ha notado en las calles. Es evidente que queda mucho por trabajar y ahora vamos a poner en marcha la ordenanza cívica para sancionar todos los actos incívicos.
La movilidad en torno a la Rambla Jaume I es otro de los puntos calientes de este verano.
Hemos puesto señales y restringido el tráfico en Pau Casals, pero es cierto que se genera mucho movimiento en aquella zona y yo soy partidario de seguir restringiendo el tráfico. En la Rambla Jaume I tenemos que seguir avanzando para reducir los vehículos.
¿Cómo está viendo los primeros pasos para crear un área metropolitana?
El tiro de inicio lo dimos en Cambrils en marzo con una ponencia de Antoni Belmont. Ya fuimos los abanderados en su momento y ahora se tienen que entender Tarragona y Reus.
Nosotros somos la tercera ciudad del Camp y estamos dentro. Hay que empezar por el transporte, que es lo más deficitario ahora mismo. No es una administración más, sino una prolongación de los ayuntamientos.
