Cambrils es este fin de semana más marinera que nunca. Las fiestas en honor a la Mare de Déu del Carme se convierten cada año en un recuerdo a las raíces de la ciudad y, al mismo tiempo, un homenaje de los pescadores locales a su patrona. El punto álgido de la celebración es la salida en procesión de la Virgen, que tuvo lugar ayer por unas calles del puerto abarrotadas. Cientos y cientos de personas, devotos, curiosos, vecinos y turistas, se dieron cita para presenciar una emocionante procesión por tierra y también por mar.
Tal y como manda la tradición, la salida de la imagen de la Mare de Déu del Carme de la iglesia de Sant Pere condujo hasta el puerto para proseguir la procesión por mar y navegar durante unos instantes antes de regresar a su altar.
Los Nyanyos Timbalers y los vogadores de Vent d’Estrop y de Rem Cambrils, con sus remos alzados al cielo, abrían la comitiva junto a los marineros que portaban la imagen de la Virgen, los niños y niñas vestidos con las prendas típicas de pescadores, la Confraria de la Mare de Déu del Carme, la Cobla Reus Jove, las pubilles y hereus y las autoridades municipales.
La comitiva hizo un rápido recorrido por las calles del barrio marítimo hasta llegar al muelle de Ponent, donde se subieron a las barcas, engalanadas especialmente para la ocasión. Una treintena de barcas y también motos de agua acompañaron a la imagen en la procesión marítima. En uno de los primeros actos oficiales del nuevo gobierno, el alcalde y algún otro concejal no dudaron en arremangarse para echar una mano a la hora de subir la imagen de la Virgen al barco Josep Jan II.
Unos 45 minutos después de salir de la iglesia, las embarcaciones partían desde el puerto, algunas haciendo sonar sus sirenas. Todas ellas hicieron un pequeño recorrido frente a la playa de la Riera d’Alforja y el paseo de las Palmeras, donde se agolpó un buen número de personas y también sorprendió a más de un bañista que todavía seguía en el agua cerca de la puesta del sol.
El muelle de Ponent, convertido en palco de lujo para seguir el acto, fue otro de los puntos neurálgicos. «Veníamos de paseo y, al escuchar los tambores nos hemos ido acercando. Ha sido muy bonito ver cómo mantiene sus tradiciones un pueblo marinero como Cambrils», comentaba desde allí Manuel, un turista aragonés que pasa estos días en la localidad.
Hoy, día de la Mare de Déu del Carme, llega la traca final de la celebración. A las 12 h habrá misa en honor a la virgen y, a las 12.30 h, diada castellera en la plaza Mossèn Batalla con los Xiquets de Cambrils y los Torraires de Montblanc. El cierre de las fiestas lo pondrá el grupo Betzuca con su concierto en el Parc del Pescados (20 h).
