El mandato 2023-2027 estaba llamado a afrontar algunos de los retos históricos de Cambrils. El antiguo espacio de la vía del tren, el tranvía, la vía verde, el Teatre Auditori, la ampliación del polígono Belianes, la calle Orquídies... Proyectos que requieren de un gobierno estable y un interlocutor firme con las administraciones superiores. Algo que queda en el aire, a la espera de saber cómo se reestructura el equipo de gobierno. Hoy por hoy, parece difícil encarar todos estos frentes con una minoría de ocho regidores y una oposición tan distanciada.
La ruptura del gobierno se ha producido antes de llegar siquiera al ecuador del mandato. Sin presupuesto municipal para el 2025, la aprobación de las cuentas se presenta como la primera urgencia para Alfredo Clúa después de la crisis. El alcalde ya ha anunciado que empieza una rueda de contactos con todos los grupos de la oposición para poder garantizar la gobernabilidad del Ayuntamiento.
Del presupuesto depende, por ejemplo, poder encargar la redacción del nuevo proyecto para el Teatre Auditori. Un proyecto que sirva para dividir las obras en tres fases y poder retomar los trabajos este mandato.
En los próximos meses está previsto materializar algunas inversiones clave, como el último tramo de la avenida Baix Camp, en la fase final de adjudicación, o la remodelación de la calle Orquídies, pendiente de aprobar definitivamente el proyecto. Pero en el horizonte hay otras acciones que están más verdes, como el nuevo pabellón proyectado en Vilafortuny, la segunda fase de la Rambla Jaume I, con la transformación de la calle Pau Casals, o la ampliación de aparcamientos disuasorios.
Además, a las obras del Mercat de la Vila, ya en marcha, le faltará la pacificación de todas las calles del entorno y la elaboración de una nueva concesión para llenarlo de actividad una vez acabe la remodelación.

Más allá de las acciones planificadas, también tocará acabar de apagar los diferentes fuegos que han ido surgiendo. Empezando por la crisis de recursos humanos, con una plantilla que ha alertado reiteradamente que está «al límite» y que exige medidas urgentes. También faltan por ejecutar las diferentes inversiones en equipamientos deportivos y, especialmente, mejorar el mantenimiento y la limpieza, un déficit que ha puesto en pie de guerra a los clubes.
Un PAM a medio gas
Costó más de un año poner de acuerdo las propuestas de los cuatro partidos que firmaron tras las elecciones (ERC, PSC, Junts y Comuns). El pacto se basó en las coincidencias programáticas, según los cuatro portavoces, aunque el Pla d’Acció Municipal (PAM) no se presentó hasta el pasado julio. Un documento con casi 120 acciones a desarrollar hasta el 2027, divididas en tres ejes estratégicos. El que más ha avanzado está al 7% de ejecución, según la plataforma que se habilitó para rendir cuentas sobre el cumplimiento del PAM.
Una vieja promesa para La Llosa
La inversión más importante del mandato es la remodelación de la calle Orquídies, una vieja reivindicación para este vial de cerca de 1 km que enlaza el barrio de punta a punta. La actuación, con un presupuesto estimado de 3,5 millones, se empezó a cocinar en 2021, pero todavía está pendiente de aprobación definitiva el proyecto. La intención era licitar las obras este mismo año y culminarlas antes de acabar el mandato.

Convertir el trazado ferroviario
La transformación de la antigua línea del tren en Cambrils tiene dos frentes, que se deben acometer con dos administraciones distintas. Por un lado, el despliegue del tranvía, que comenzará este mismo año, vendrá acompañado de una serie de proyectos para integrar la infraestructura que pagará la Generalitat pero que debe elaborar el consistorio. Además, falta concretar con Adif cómo se hará la vía verde hasta L’Hospitalet de l’Infant, después de haber paralizado el proyecto inicial para reclamar mejoras.

Reactivar el Teatre Auditori
En 2010 se paralizaron las obras del Teatre Auditori, un proyecto que ha sido un quebradero de cabeza para todos los gobiernos locales. Para desbloquearlo, se iba a encargar un nuevo proyecto redimensionado, pero para contratar al arquitecto hace falta una partida en el presupuesto de 2025. Para poner en marcha una primera fase del equipamiento se necesitarán unos 3 millones y seguir explorando vías de financiación.

Atajar la crisis de personal
El desencanto de la plantilla del Ayuntamiento se ha agudizado en los últimos meses, con protestas casi cada semana reclamando mejoras en las condiciones laborales. Los trabajadores recriminan la sobrecarga de trabajo, falta de personal, tener que asumir funciones que no pertocan por categoría laboral y piden que se cubra la plaza de jefe del área de Recursos Humanos, figura que está vacante desde septiembre.