El equipo de gobierno de Torredembarra y la oposición acordaron el lunes en un encuentro modificar la ordenanza de civismo para poder revalidar las banderas azules. Esto significa que el consistorio rectifica y se prohibirá la entrada de los perros en las playas durante el verano. En un principio pues, se dará luz verde a este cambio en el próximo pleno de febrero.
La regulación aprobada definitivamente el pasado diciembre establecía que durante la temporada de verano, del 1 de junio al 30 de septiembre, los perros solo podían acceder a las playas por la noche, de las once hasta las cinco de la madrugada. Esta ordenanza se redactó y se aprobó inicialmente antes de las elecciones municipales de mayo del 2015. «En su momento no cayeron en que la medida entraba en contradicción con los requisitos que se nos demandan para obtener las banderas azules», explica Josep Maria Guasch (ERC), concejal de Sostenibilidad y Playas. El edil explica que se dieron cuenta de la incompatibilidad cuando los técnicos del consistorio preparaban la documentación necesaria que certifica la calidad de las playas para revalidar las banderas azules el próximo verano.
La bandera azul es un reconocimiento internacional que desde el año 1987 premia el cumplimiento de unos estándares establecidos como la accesibilidad, la calidad de las aguas o la información ambiental dirigida a los usuarios, entre otros. La normativa dice que «incluso los perros mejor adiestrados pueden realizar defecaciones en la arena y transportar parásitos u hongos en sus patas. Es preciso insistir que en temporada de baños, aun en horarios en que la playa se encuentre ya vacía, los paseos con perros contaminan la arena de el mismo modo que en las horas más concurridas». Las otorga la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac). El año pasado Torredembarra obtuvo bandera azul en tres de sus cuatro playas: la de los Muntanyans, la Paella y la de Baix a Mar. La intención del consistorio es abrir un debate a la ciudadanía pasado el verano.
Sanciones previstas
Según la ordenanza «pasear o permanecer con animales en las zonas debidamente señalizadas durante la temporada de baño excepto los perros guía», es considerado una falta leve. La multa en estos casos oscila entre los 60 y los 600 euros según la «gravedad» de la infracción descrita en el reglamento.