Música
Rozalén, musicoterapia desde las entrañas
La cantautora, con un show muy de piel, emociona al público que inunda el Camp de Mart de Tarragona

Rozalén emocionó al público que llenó el Camp de Mart.
Todo lo que construye Rozalén es emocional, va teledirigido al alma, no hay medias tintas. Sus letras reflejan parajes vitales comunes, por eso su gente, que llena teatros con una frecuencia rutinaria, celebra cada uno de sus shows. En Tarragona hubo espacio para las lágrimas y el bailoteo. A partes iguales. Rozalén cuenta con una virtud indiscutible; sabe tocar fibras, controla su espectáculo con mando a distancia. Para cuando lo precisa, acelera en el momento justo. Música para el corazón.
“Habéis pagado un 2x1, en este concierto hacemos música y terapia”, explicó en su primera intervención de la noche. “Vamos a celebrar la vida”, añadió con el Camp de Mart repleto. Se quedó cerca del soldout, a no ser por esas localidades de poca visibilidad en la curva final.

El público vibró con el concierto de Rozalén.
Parece que la cantautora de Albacete odie las playlist, en su repertorio existen fandangos, seguidillas y hasta un rap que comparte con el aragonés Kase O, le da igual el género, se tira a la piscina con convicción. Cuesta situarla en un ecosistema artístico, probablemente esa capacidad para adaptar su música ejerza como atractivo.
La estampa del Camp de Mart reflejó instantes deliciosos. Por ejemplo, las lágrimas de una madre mientras su hijo, de apenas 10 años, tarareaba cada uno de los temas de la artista. No hay nada que una más que la música. No busquen en ningún lado.

La banda presentó un espectáculo atractivo en Tarragona.
“Una de las personas que más decía la palabra Te Quiero era mi padre, que murió hace tres años de forma repentina”. Rozalén se acordó de Cristóbal durante el bolo, al que dedicó uno de sus himnos. “Que honrar tu vida, padre, es honrar la mía”. En la parte más nostálgica, se animó a cantar de forma cruda, a voz y guitarra, Todo lo que amaste. A su vera, inseparable, Beatriz, la intérprete de lengua de signos que corrobora cada noche el compromiso con la inclusión de la cantante.
La manchega ofreció un guiño a su tierra, aunque no olvidó su relación con Catalunya, de hecho se expresó en catalán con soltura, mientras reivindicaba “tenéis que salir de aquí con ganas de visitar Albacete”, expresó con cierta guasa. Letur, su pueblo, arrasado por la DANA, ocupó un protagonismo central en la noche. “Mandemos a los ciudadanos toda la energía positiva posible”.

Rozalén protagonizó un show para el recuerdo.
El desenlace provocó el desfase, el movimiento de caderas, las miradas de complicidad y las declaraciones de amor eterno. Lo había presagiado Rozalén, que regaló a sus fans sentimientos encontrados y un éxtasis necesario. Temas icónicos como Girasoles o Llévame colocaron el broche. Tarragona la eternizó porque cada creación de Rozalén invita a la eternidad. Queda en la retina. Musicoterapia desde las entrañas.