'El paso del oso', de Giuseppe Festa: Cuidemos nuestros bosques

En pleno verano, el cuidado de nuestros montes es algo en lo que debemos reincidir, más en una época en la que no dejamos de ser testigos de cómo los incendios (muchos de ellos provocados por la mano del hombre) destruyen tantísima fauna y flora. Por eso he pensado que esta lectura, El paso del oso, es de lo más adecuada para que la lean las mentes más exploradoras de a partir de 10 u 11 años. Ambientada en el Parque Nacional de los Abruzos, los auténticos protagonistas de la historia son los osos pardos que viven en la zona.

El libro, ganador del Premio Literario Terre del Magnifico, comienza con Koti, una mamá osa, dando a luz a sus dos oseznos, Karhu y Suuri, en una cueva, en pleno invierno. Vemos cómo esa misma osa es capaz de hacer frente a un peligro natural, como es el lobo, pero que cuando se presenta otro tipo de peligro menos natural y mucho más cruel e incomprensible, no es capaz de evitarlo, dejando huérfanos a sus dos cachorros. Se introduce así la figura del cazador furtivo, ese personaje capaz de poner por encima de cualquier valor, los intereses más bajos y mezquinos.

En contrapartida de ese elemento humano tan nocivo, entran en juego los guardas forestales, los grandes protectores de la vida que allí se gesta. El personaje de Sandro es el de un héroe modesto y entrañable, entregado a su causa, con un hijo que comparte una conexión de lo más especial con los osos huérfanos; diría que mágica, incluso. Tampoco son menos importantes los voluntarios: Kevin, un adolescente urbanita obsesionado con las pantallas y la tecnología, y Viola, una enamorada de la naturaleza que está deseando poner su granito en la protección de ese parque. Entre todos, y cada uno con su propia cadencia, deben demostrar que salvaguardar la fauna es la principal prioridad cuando el parque cambia de dirección y comienza un experimento que, en principio, pretende saber más sobre los osos, pero que, después, acaba por ponerles en peligro.

Mediante una prosa detallada y lírica, el biólogo Giuseppe Festa, seguramente influido por su labor de voluntario en la zona, logra que la fuerza del bosque lo invada todo con sus ritmos y sus maravillosos habitantes, provocando una inmersión total en él. El libro contiene dos perspectivas de narración omnisciente, la que sigue a los humanos y la que sigue a los osos, y se van intercambiando con el transcurso del tiempo. De los procesos que se viven en ambas, trasciende la profunda emoción de sus protagonistas, y alcanza al lector de pleno, permitiéndole vivir toda una aventura iniciática, de descubrimiento. La dramática pérdida de mamá osa; los primeros pasos de los voluntarios en un lugar en el que deben aprender a observar y a esperar; los vínculos que nacen entre unos y otros, y el claro arco que dibujan; el enorme contraste entre la inocencia de los osos y la crueldad de los furtivos... No falta la intriga en una trama bien trabajada (con persecución final incluida), que busca destacar valores como la empatía, entre los protagonistas y hacia la naturaleza, siempre con una mirada optimista puesta en el futuro, y en las nuevas generaciones que nos sobrevivirán: vosotros, jóvenes lectores, ¿estáis preparados?

Ana Punset es escritora.