El exlíder de Radio Futura actúa el sábado en Reus con su Academia Nocturna como reclamo del Festival Accents
Cuatro décadas de carrera dan para escribir memorias extensas y más si hablamos de un filósofo doctorado como Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), una de las figuras más influyentes del rock en español que todavía expone su música en cualquier rincón del país.
Rockero mestizo, tal y como él mismo se define, el músico se subirá al escenario del Teatre Fortuny el sábado (20.30 horas) para ofrecer una «selección de temas de Juan Perro (su seudónimo artístico en solitario) coherente, de distintos estilos, aunque con muchos lazos comunes», acentúa. Junto a su actual banda, la Academia Nocturna, Auserón se sumerge en registros como el jazz, el rhythm & blues, el soul o el blues más clásico.
El grueso de músicos que componen su formación residen en Barcelona, por lo que Santiago ha precisado establecer una especie de segunda residencia en la capital catalana, sobre todo para controlar todos los detalles musicales de los shows y llevar a cabo los ensayos. En este sentido, el 25 de marzo de 2022 se presentó el último disco de la banda de Juan Perro, Libertad, editado por La Huella Sonora, en el Teatro Romea, con la incorporación de Vicenç Solsona a la guitarra.
El legado
Las canciones más novedosas del artista resonarán en un marco incomparable como el recinto reusense de la Plaça Prim, aunque resultará inevitable esa mirada nostálgica que el público siempre demanda hacia la época de Radio Futura, la banda que marcó una hito en el rock nacional y que el mismo Auserón lideró en los años 80 y 90.
«A veces siento un poco de recelo cuando le pido a mi actual grupo de jazz que le demos alguna vuelta a las canciones de Radio Futura, pero son ellos mismos los que me incitan a hacerlo, porque me dicen que era lo que escuchaban en esa época», confiesa. Seguramente, el público reusense disfrutará de hits emblemáticos de uno de los exponentes más claros de la movida madrileña.
El artista desprende música por cada poro de su piel, a pesar de que su futuro parecía encaminado hacia otro sector. «Mi padre era topógrafo y trabajé algún tiempo como delineante. El plan era que acabara como ingeniero de caminos, pero cuando vi algún libro, en ese momento, me pareció una vulgaridad», rememora con cierta simpatía. En casa, eso sí, disfrutó de una educación musical excelsa. «Mis padres escuchaban mucho swing y nos convocaban para ver programas como el de Leonard Bernstein. Me parecía una pasada lo que generaba una orquesta».
A pesar del amplio conocimiento que ha absorbido durante el tránsito que ya acumula, Auserón considera que «soy un rockero autodidacta, aunque la música me ha llevado a indagar hacia nuevos caminos y sonidos». Todo lo que ha aprendido y el talento que todavía posee se reflejará en un escenario que nunca ha visitado; el Teatre Fortuny de Reus.
