Xavi Molina; 'Les digo a los jóvenes que al 'viejo' hay que cuidarlo'

Xavi Molina (La Canonja, 1986) cierra el círculo en Reus, donde hace 20 años inició su trayecto como futbolista profesional. Lo hace con 39 de edad pero en un estado físico envidiable. En la ultima temporada, la del ascenso a Segunda RFEF, solo se perdió dos partidos, uno de ellos por sanción. Es voz autorizada del vestuario.

20 años dan para mucho, ¿ha mirado atrás?

Cuando empecé, recuerdo que los veteranos me decían: «Disfruta de esto, porque el tiempo pasa muy rápido». Por aquel entonces no hacías mucho caso, pero tenían razón, el tiempo vuela. Desde que volví a Reus sí he pensado un poco en ello, he vivido todo tipo de experiencias y ahora, aquí, creo que es un lugar perfecto para terminar.

Ha vuelto a Reus muchos años después, con una carrera ya hecha. ¿Lo ha notado muy cambiado?

No, para nada. Lo hablo mucho con los compañeros o con Marc, esto tiene algo especial, porque entras en el vestuario y la sensación de unión y de buen rollo es increíble. Cuando empecé pasaba lo mismo, podías jugar más o menos, pero venías aquí y te lo pasabas bien. Se han creado como unos hábitos sanos que han perdurado en el tiempo y eso es impagable. Cuando volví estaba un poco quemado de alguna experiencia anterior, pero entré en el vestuario y me ilusioné de nuevo, recordé cuando tenía 18 años y empezaba aquí. Me vi reflejado en aquella época.

Da la sensación, desde fuera, de que usted no ha dejado nunca de ser profesional. Que cuida al detalle su físico. ¿Conserva esa rutina?

A medida que vas cumpliendo años, más profesional debes ser. Cuando tienes 20 tiras y tiras y parece que puedes con todo. Además, yo soy un tipo de futbolista que he tenido que hacer muchas cosas, entre ellas cuidarme mucho, para construir la carrera que he construido. No tengo un talento innato, una calidad especial. Y te digo otra cosa, si hoy no estás preparado físicamente, cualquiera te pinta la cara, sea en la categoría que sea.

Uno de sus cometidos dentro del vestuario es estar al lado de los jóvenes y aconsejarles. ¿Le escuchan?

Me siento respetado, a gusto en ese papel, porque aquí los jóvenes se comportan un poco como los de antes. No hace falta ir detrás de ellos, te escuchan mucho, saben que si les comentas algo es para su bien. Tenemos un grupo de jóvenes muy competitivos y aportan como los que más.

Se da la circunstancia de que usted es amigo personal del entrenador, Marc Carrasco. ¿Cómo lo llevan en el campo?

Es fácil, porque los dos somos profesionales y conocemos este mundo. Él es un míster que dialoga mucho pero, en el momento de la verdad, si decide un plan de partido, hay que hacerle caso. De hecho, en mi carrera siempre lo he hecho así con mis entrenadores. Tampoco cambia mucho.

Ve el final de su carrera más cerca que lejos, ¿valora más el día a día?

Muchísimo, lo intento disfrutar al máximo. En tu vida personal puedes tener un día malo, pero es llegar aquí y sentir la alegría de la gente y olvidarte de todo. Se meten con tu ropa o con cualquier chorrada y entras rápido al trapo. Disfrutar de un vestuario tan sano significa mucho y lo que vives aquí dentro es muy difícil de encontrar en otro trabajo.

Dicen que veteranos como usted, Ramon Folch, Alberto Benito y compañía son los más comprometidos con el proyecto, que no han venido al Reus a pasar el rato.

Eso es imposible. Mira de qué jugadores estamos hablando, la mayoría vivieron la época dorada del fútbol en Reus, sienten mucho esto, no se permitirían engañar a la gente. Creo que ninguno de nosotros aceptaríamos hacer el ridículo en el campo cada domingo, porque nos gusta competir. En mi caso personal, el día que no me encuentre en condiciones, me iré a mi casa.

Xavi Molina ya conoce la Segunda RFEF, ¿va a notar mucho cambio?

Yo me siento bien, muy arropado por mis compañeros. A los jóvenes les digo que al viejo hay que cuidarlo, que si tienen que hacer alguna carrera de más por el viejo la tienen que hacer (sonríe). Yo me he pegado unas cuantas en mi carrera.

¿Y a nivel colectivo?

Es una categoría donde hay más ritmo y los rivales te penalizan más los errores. En todo caso, creo que, por nuestra manera de jugar, tenemos que pensar en estar bien nosotros, depende de nosotros. Si las lesiones nos respetan y no pasan cosas raras pienso que podemos hacer un buen año, podemos disfrutar de la categoría cada domingo.