Familia Aguza, del Reus desde la cuna y de la Real por pasión

La Real de los 80 que lideraba el mítico arquero Luis Arconada cambió la vida deportiva de toda una familia y no precisamente de San Sebastián. Joan Aguza se enamoró de aquel equipo que llegó a levantar dos campeonatos de Liga. Aquella pasión que transmitió hizo que sus hijos, Miquel y Jaume se contagiaran y se sumaran a la causa. Dos generaciones unidas por el blanquiazul donostiarra desde Reus.

Miquel Aguza siempre se ha relacionado con el fútbol. De hecho ejerció de preparador físico del CF Reus durante nueve temporadas (2004-2013) y disfrutó de dos ascensos a Segunda. Nació del Reus y se hizo de la Real por convicción. «Me enganché mucho al equipo que en 2003 estuvo a un paso de ganar el campeonato. Lo seguía por todas partes», recuerda. Miqui ha logrado que su hijo Sergi se sume como un aficionado más. Hasta tres generaciones de la misma familia, unidas por la Real Sociedad. «Ha visto siempre que simpatizábamos con la Real y él también se ha aficionado», explica.

En todo caso, el expreparador físico rojinegro vivirá una noche de sentimientos encontrados. «Nunca me había pasado esto, no sé quién quiero que gane. Antes del sorteo me encontré mucho con Xavi Jaime (capitán del Reus) y él me decía que iba a tocar la Real. Fue gracioso».

Miquel Aguza conserva una excelente relación con parte del staff del Reus actual. Fue preparador físico del actual primer técnico Marc Carrasco en su etapa en el juvenil del Nàstic y durante varias temporadas en el primer equipo del Reus. Se introdujo en el mundo del fútbol porque Javi Robles, segundo entrenador del Reus hoy, le incorporó en su cuerpo técnico cuando dirigió al juvenil A del Nàstic en 2002. El fútbol da muchísimas vueltas. El destino les ha vuelto a reunir, de una forma distinta, en esta ocasión.

Para el reusense, el compromiso copero de esta noche resulta «todo un acontecimiento. Es especial que la Real Sociedad venga a casa. Cada año soy yo el que me desplazo a Anoeta a disfrutar de algún partido», explica.

Tanto él, como si hijo Sergi, su hermano Jaume y su padre Joan vivirán la cita desde la grada del Estadi municipal. Tres generaciones distintas van a compartir deporte y emociones. Su historia refleja la capacidad que atesora el fútbol para unir. No entiende de edades.