El Nàstic comienza a vislumbrar con más claridad la nueva temporada que se avecina. Un año que estará marcado por el coronavirus y por un nuevo formato de Segunda División B que será el que preceda a la creación de una nueva categoría: la Segunda División B Pro.
No se conocen todavía fechas oficiales, pero todo apunta a que la categoría de bronce dará el pistoletazo de salida el último fin de semana de septiembre (26 y 27). Lo hará en un nuevo formato que contará con 100 equipos, cuatro de ellos ascenderán a Segunda División, otros 40 subirán a Segunda B Pro (la nueva categoría de bronce a partir del próximo curso) y el resto deberá pelear por mantenerse en Segunda División B y no descender a Tercera División.
Los 100 equipos conformarán cinco grupos que a su vez se dividirán en 10 subgrupos con 10 equipos cada uno. A este se le conoce como la fase inicial y contará con 18 jornadas, un partido de ida y un partido de vuelta entre los 10 equipos que formen el subgrupo. Esta primera fase será la que marque los objetivos de todos los clubes durante el resto de la temporada. Los tres primeros clasificados continuarán en su camino por ascender a Segunda; del cuarto al séptimo clasificado se clasificarán para el play off de ascenso a la Segunda División B Pro; y los tres últimos clasificados (del octavo al décimo) pelearán por el descenso en un formato todavía por determinar.
El subgrupo inicial en el que el Nàstic va a estar encuadrado está bastante definido. Se va a hacer por proximidad geográfica y si se tienen en cuenta estos parámetros, los equipos catalanes tienen muchas opciones de quedar encuadrados en un subgrupo. El problema es que hay 11 equipos que forman parte de la Federación Catalana de Fútbol y por lo tanto sobra uno para poder tener el número exacto de equipos que forman un subgrupo. Andorra, Badalona, Espanyol B, Cornellà, Hospitalet, Lleida, Barça B, Nàstic, Olot, Prat y Llagostera son las once entidades que pertenecen a la FCF. Por lo tanto, de estos 11 equipos saldrá un subgrupo de 10 y uno de ellos tendrá que ser desplazado a otro subgrupo, aunque este conjunto todavía está por definir.
Una vez superada la fase inicial, llegará el turno para la fase intermedia. La fase de ascenso contará con 30 equipos, los tres clasificados de los 10 subgrupos, que se dividirán en cinco grupos de seis equipos en los que se disputarán 10 partidos. Los tres primeros clasificados y el mejor cuarto accederán a la fase final por el ascenso a Segunda División A que contará con el formato habitual de los últimos años, es decir, el play off de ascenso habitual. Los 14 equipos que no logren el billete a la fase final de ascenso sí que lo habrán logrado para la Segunda División B Pro.
En la fase final por el ascenso, 16 equipos pelearán por la categoría de plata, cuatro de ellos lo conseguirán y los 12 restantes accederán de manera automática a la Segunda División B Pro. Si se suman los 14 equipos que habrán conseguido billete a la Segunda B Pro en la fase intermedia y las 12 conjuntos que lo habrán logrado en la fase final, hay 14 plazas restantes para conformar la nueva categoría. Cuatro de esas vacantes serán para los equipos descendidos de Segunda División A y las 10 restantes las tendrán que pelear 40 equipos (los que hayan quedado clasificados entre el cuarto y el séptimo puesto en la fase inicial).
En definitiva, el Nàstic va a tener por delante un año clave, con menos partidos y de mayor calado. Se va a pasar de jugar 34 encuentros a 38 y la fase inicial no va a admitir un comienzo dubitativo y con malos resultados. De ser así, el fútbol profesional estará a dos categorías.