Pau Ricomà (ERC) tendrá muy difícil poder reeditar el actual pacto de gobierno netamente independentista entre Esquerra, Junts y la CUP que gobierna el Ayuntamiento de Tarragona desde el 15 de junio de 2021. Así se evidenció ayer durante el debate organizado por la Agència Catalana de Notícies (ACN), en el que fue el inicio de la recta final de cara a la cita con las urnas de este próximo domingo. La charla, que duró dos horas, sirvió para despejar una de las grandes incógnitas de estos comicios: CUP y Junts per Catalunya se vetan entre si y no repetirán el acuerdo que firmaron hace dos años en la Plaça de la Font.
Según los sondeos y los trackings que manejan los partidos, la previsión es que la votación de este domingo sea solo la primera vuelta para empezar a decidir quien asumirá la vara de alcalde en el acto de investidura del próximo 17 de junio. Y es que igual que pasara en 2019, todo parece indicar que sea quien sea el más votado este domingo –con Rubén Viñuales (PSC) y Pau Ricomà (ERC) a la cabeza– solo tendrá el 50% ganado: habrá margen para intentar tejer una mayoría alternativa o, como mínimo, negociarlo hasta el último día.
«¿A quién hará alcalde?»
Tras un más que previsible debate sobre seguridad química, urbanismo, vivienda y turismo, la noticia de las elecciones surgió en el último bloque del debate, cuando Eva Miguel (CUP) saltó a la yugular de Jordi Sendra (Junts). «¿Con quién no pactaremos? Queremos un muro de contención contra el discurso de la extrema derecha; no llegaremos a ningún acuerdo con los partidos del 155; no permitiremos que gobierno la lista del caso Inipro; y rechazamos los postulados urbanísticos que expone Jordi Sendra, que son un copiar y pegar del programa del PSC», indicó sin tapujos la alcaldable de la formación anticapitalista, quien actualmente es la quinta teniente de alcalde y concejal de Medi Ambient i Habitatge del ejecutivo entre ERC, Junts per Tarragona y las cupaires. «No queremos volver a las políticas clientelares», remató Miguel después de que Junts se aliara con los socialistas para reivindicar la reactivación del plan urbanístico de Terres Cavades (ahora Vall del Llorito).
Sin lugar a dudas, Sendra fue el centro de las críticas en la fase sobre los inminentes pactos, especialmente por parte de un Ricomà (ERC) que ayer le volvió a cuestionar sobre si «¿me hará alcalde a mi o al señor Viñuales?». Sobre ello, y pese a no mojarse de manera clara, el líder del partido de Carles Puigdemont y Laura Borràs abrió esta vez la puerta a un posible acuerdo con Esquerra, descartando que haya ningún pacto con el PSC que involucre los ayuntamientos de Tarragona y Reus, así como la Diputació de Tarragona.
«Del señor Viñuales me preocupa su pasado contra la lengua catalana. Señor Ricomà, el pacto de Tarragona se decidirá desde Tarragona. Hágame una oferta para un gobierno independentista, somos fieles al 1 de octubre. Lo que me preocupa es que haya abandonado la lucha y el lunes guarde la estelada para volver a centrarse en el Pacte de Claretat con el Estado y en aguantar al señor Sánchez en Madrid a cambio de que el partido de Viñuales aguante el gobierno en minoría del President Aragonès», afirmó Sendra. Asimismo, de cara al próximo mandato, el candidato de Junts también veta a la CUP y reivindica «un gobierno estable que no dependa de la asamblea de uno de los partidos».
PSC: «Queremos ganar bien»
Con este escenario de veto cruzado entre sus actuales socios, el alcalde Ricomà sabe que sus aspiraciones para optar a la reelección pasan por tener más votos que un Viñuales (PSC) con quien ayer descartó cualquier posible entendimiento porque «ustedes, de manera sistemática, han bloqueado durante este mandato las iniciativas del gobierno. Es más, en plena pandemia intentaron una moción de censura que se frenó porque Junts per Tarragona no quiso saber nada. Y ahora presentan a un candidato que presentó mociones contra la escuela catalana».
Estas últimas palabras provocaron la reacción de un Viñuales (PSC) que acusó al actual alcalde de «faltar a la verdad de una manera indigna al más estilo CUP. Baja a un nivel al que nunca debería hacerlo un alcalde». Sobre el 28M, los socialistas quieren «ganar bien, de forma clara» para tejer posteriormente «grandes consensos».
Finalmente, Jordi Collado (ECP) reivindicó gobiernos con «amplias mayorías» de izquierdas. «Creemos en los grandes consensos y no en las minorías absolutas. Es necesario, señor Ricomà, que se siente a negociar con quien no le cae bien para poder mirar en grande». ¿Misión imposible?
