«Sentimos que un espectro malvado descendía sobre el mundo»

EEUU conmemora con sobriedad el 20 aniversario de los atentados del 11-S que marcaron la historia contemporánea

12 septiembre 2021 06:10 | Actualizado a 12 septiembre 2021 06:38
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Estados Unidos conmemoró ayer el veinte aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas del World Trade Center –además del perpetrado contra el Pentágono y un tercero frustrado en Pensilvania–, que cambiaron la historia contemporánea, llevaron al país a una era de intervencionismo exterior, y obligaron a extremar las medidas de seguridad en el mundo entero.

Los actos principales, revestidos de sobriedad, tuvieron lugar en la Zona Cero donde se alzaban las Torres Gemelas derribadas por dos aviones en la primera hora de la mañana de aquel 11 de septiembre de 2001 y donde hoy se alza el Museo del 11 de Septiembre. Allí se presentaron a primera hora de la mañana el presidente Joe Biden –que no hizo declaraciones– junto a sus predecesores Barack Obama y Bill Clinton y sus esposas, mientras que el último presidente Donald Trump se ausentó y emitió un comunicado donde dedicó más frases a criticar a Biden que a recordar a las víctimas.

Mike Low, padre de una de las azafatas en el primer avión que impactó las Torres Gemelas, fue el que abrió los actos con un breve discurso que pronunció tras el primer momento de silencio, que tuvo lugar a las 8.46, hora en que se produjo el primer impacto en una de las torres.

«Mientras recitamos los nombres de los que perdimos, nuestra memoria vuelve a ese terrible día, cuando sentimos que un espectro malvado había descendido sobre el mundo, pero también fue un momento en el que mucha gente actuó más allá de lo ordinario, empezando por las acciones de los auxiliares de vuelo (...), los pasajeros de los vuelos, las personas en las torres, los bomberos y la policía, y después los voluntarios que trabajaron en los escombros para recuperar los restos de nuestros seres queridos», dijo.

Tras el segundo momento de silencio, el cantautor Bruce Springsteen interpretó frente a los familiares I’ll see you in my dreams (Te veré en mis sueños).

Como en años anteriores, el acto estuvo dedicado a recordar a las casi 3.000 víctimas que fallecieron en el atentado contra las dos torres, cuyos nombres fueron citados uno por uno –durante tres horas– por parte de varios familiares, que aprovecharon para lanzar varios mensajes de recuerdo y cariño, coronados casi todos por un «Dios salve a América».

Los familiares, muchos de ellos portando una rosa roja o ramos de flores, habían llegado a la zona del homenaje por un acceso especial, mientras que periodistas llegados de todo el mundo cubrían el acto desde una zona separada.

A las 09.59 hora local, marcando el instante en el que la primera de las torres se derrumbó, repicaron las campanas tanto en el Museo Nacional del 11-S, vecino a la Zona Cero, como en distintas iglesias y puntos de la ciudad.

En los alrededores de la Zona Cero se agolparon muchas personas que no pudieron acceder, con camisetas conmemorativas del 11-S o banderas estadounidenses, y que en los primeros momentos también se unieron desde las calles a los momentos de silencio, con la mano en el corazón.

Protesta y gritos

La solemnidad se rompió cuando ciudadanos que portaban pancartas pidiendo al Gobierno desclasificar información sobre lo sucedido el 11-S o adictos a alguna teoría conspiracionista fueron encarados a gritos por otros que les recriminaron por buscar protagonismo en el día de las víctimas.

El expresidente George W. Bush, que estaba al frente de EEUU en el momento de los atentados, intervino también en Pensilvania en el acto en recuerdo de las víctimas del vuelo United 93, aquel «excepcional grupo» que logró impedir un cuarto ataque al enfrentarse a los terroristas y hacer que el avión se estrellara en un descampado, según la versión oficial.

El expresidente se refirió a los extremistas de dentro y fuera del país que comparten no sólo su «desdén por el pluralismo» y su «indiferencia por la vida humana», sino también, recalcó, su «determinación por profanar los símbolos del país». Aludía así, de forma implícita, a un episodio reciente de la historia del país, el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero por parte de simpatizantes del expresidente Donald Trump, un incidente que Bush ha condenado en numerosas ocasiones. Aseguró que los extremistas violentos nacionales y los del exterior «son hijos del mismo espíritu infame».

El apunte: Trump, ausente, critica a Biden

Donald Trump fue el único de los exmandatarios que no estuvo presente en los actos de homenaje a las víctimas. Mientras que el presidente actual Joe Biden, y sus predecesores Barack Obama y Bill Clinton acudieron con sus esposas a los actos de Nueva York, George W. Bush, presidente en el momento de aquellos atentados, estuvo presente junto con la vicepresidenta actual Kamala Harris en los actos de Pensilvania.

Trump se limitó a emitir un comunicado en el que dedicó más frases a criticar la estrategia de su sucesor en Afganistán que a las víctimas. «También es un momento triste por la forma en que terminó la guerra contra aquellos que hicieron tanto daño a nuestro país», dijo en referencia a los talibanes, sin mencionar que fue su gobierno el que firmó el acuerdo de paz con los talibanes en Catar en febrero de 2020 que se considera que ha allanado su victoria en el país asiático. «El líder de nuestro país apareció como un estúpido (.). Este es el veinte aniversario de una guerra y debió ser un año de victoria, honor y fuerza, pero en lugar de eso Biden y su inepta administración se rindieron en la derrota», añadió Trump, que prometió visitar la Zona Cero más tarde.

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