El candidato del PSC y actual alcalde de Calafell, Ramon Ferré, reconoce que los resultados de las municipales, donde los socialistas han logrado 9 concejales (cuatro más que en las pasadas elecciones), han sido «muy buenos». Incluso inesperados.
Los atribuye a que «se ha valorado la gestión del gobierno en cuatro años. Se han hecho cosas y sin crispaciones políticas de influencias exteriores».
Sin embargo no hay una mayoría absoluta y ello podría abrir la puerta a pactos para garantizar una legislatura tranquila. Aunque tampoco descartaría un gobierno en minoría y llegar a acuerdos puntuales con partidos en la oposición.
Con todos
Llegado a intentar buscar un acuerdo para garantizar la estabilidad, Ramon Ferré explica que «hablaremos con todos los partidos. No podemos poner líneas rojas. Creo que hemos logrado votos de vecinos que en otros comicios apoyaban a opciones diferentes y nos han prestado el voto por la buena acción de gobierno. Hemos de tenerlo en cuenta».
Por eso las únicas condiciones para el diálogo es que el proyecto sea municipal. «Los vecinos nos piden Calafell, no discrepancias y tensiones más allá del municipio». En este sentido recuerda que durante la legislatura ha habido grupos de la oposición más difíciles que otros.
En principio por la disparidad ideológica es difícil que la oposición sume. Pero el alcalde señala que «tenemos votos prestados de diferentes ideologías. No podemos olvidar las necesidades de esos vecinos en los diferentes núcleos de población. Hemos ganado en mesas que históricamente eran de otros partidos. Esos vecinos nos han pedido que sigamos trabajando para todo el municipio».
Resaca
La localidad vive la resaca electoral en la que ha quedado muy tocada la formación Sumem+ (antes PDeCat) de la candidata Sandra Suárez. También el PP ha perdido a uno de sus dos concejales. Otro damnificado es la Unió Alternativa Municipal (UAM) que pierde a un concejal.
En el lado de los que mejoran resultados está ERC, que tenía nuevo candidato y por primera vez entra en el Consistorio En Comú. Por su parte Ciudadanos ha aguantado a sus dos concejales.
En Calafell estaba por ver el resultado de experiencias como la del ex alcalde socialista Jordi Sánchez, que regresaba con un partido municipalista que no ha logrado votos suficientes para tener representación.
También estaba por ver qué hacían Joan Maria Triadó y Josep Parera, esta legislatura en el gobierno con la Unió Alternativa Municipal (UAM), pero que concurrían bajo las siglas de Convergents. El cambio ha ido mal y no entran en el Ayuntamiento.
