La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y Torredembarra, con el levantamiento de las restricciones, recuperará su papel de destino turístico, ya sea de segunda residencia como de visitantes. El incremento de la población supone un aumento del consumo de agua y a diferencia de otras épocas festivas, en ésta el depósito principal de suministro está vacío por obras.
En 2020 se aprobó el proyecto y se licitaron las obras. Después se adjudicaron a la empresa Sorea y se iniciaron hace ahora un año con la construcción primero de un depósito y luego con los trabajos de mejora del aljibe principal.
Con un presupuesto total de 828.643 euros, Sorea debe cambiar la cubierta y las columnas que la sostienen, repasar las paredes del depósito e impermeabilizarlo entero. Luego se rellenará de nuevo para conectarlo a la red de agua potable de la ciudad.
Los 828.643 euros del coste de estas obras están repartidos de la siguiente forma: 513.000 € mediante un crédito, 289.280 € de una subvención de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y 26.363 € de ingresos del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT). La Generalitat también concede una subvención de 126.157 € del Pla Únic d’Obres i Serveis de Catalunya (PUOSC) de 2024, dinero que se avanza con capital municipal y se recuperará ese año, cuando corresponderá percibir el dinero público pactado.
A buen ritmo
«En estos momentos, la cubierta vieja y las columnas originales están demolidas y los escombros generados de estas obras, extraidos y reciclados convenientemente», explica el concejal de Mantenimiento, Raúl García. «La cubierta estaba muy mal y había riesgo de hundimiento», recuerda el alcalde Eduard Rovira.
Las obras entran ahora en la recta final: después de impermeabilizar el depósito se procederá a colocar la nueva cubierta prefabricada y las columnas que deben sujetarlo. Sin embargo, los cálculos optimistas indicaban que estaría todo listo antes de Semana Santa, pero se demorará unas semanas, hasta mayo admiten el alcalde y el concejal.
Por ello, el depósito que está ahora funcionado (es más pequeño, un tercio de la capacidad de su ‘hermano mayor’), no tiene problemas para cubrir el suministro de agua en Torredembarra, pero en épocas de crecimiento demográfico puntual –como sucederá en Semana Santa– podría ser un contratiempo delicado si el consumo se multiplica y el agua no llega al grifo.
«Las obras no terminarán antes de este primer periodo vacacional. Para evitar cualquier problema con el suministro, hemos acordado con el CAT que la entrada de agua al depósito sea continuada, de forma de que siempre esté garantizado el suministro de los torrenses», explica el concejal.
Si no hay otros imprevistos, el depósito mayor entrará en servicio antes de junio y con los dos aljibes activados (10.200 metros cúbicos de capacidad total), la capacidad de suministro de agua potable estará más que garantizada para todas las épocas vacacionales.
«La puesta en marcha del depósito del Pujol (así se le conoce por la zona donde se ubica) se complementará con el nuevo depósito levantado este último año. Ambos estarán conectados y en caso de limpieza o mantenimiento, se podrá actuar en uno u otro sin que el almacenamiento de agua de la ciudad se resienta», concluye García.
