Francesc Miralles: «No hay nadie en el mundo que esté aquí para servirnos»

En ‘20 preguntas existenciales’ el escritor sugiere reflexionar acerca de cuestiones como la amistad, el destino o la felicidad

14 mayo 2022 09:23 | Actualizado a 14 mayo 2022 09:40
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¿Quién soy yo?, ¿es posible dejar de desear?, ¿dónde encontrar el verdadero amor?, ¿se puede hallar la paz?, ¿existe un destino?, ¿y los amigos que nunca te fallan? Estas son algunas de las cuestiones que Francesc Miralles plantea en 20 preguntas existenciales cuyas respuestas pueden cambiar tu vida (Editorial Kairós), un volumen para reflexionar e intentar mejorar. Miralles, con residencia en Cambrils, es un referente en el campo del desarrollo personal. Es coautor del libro Ikigai, best-seller en Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Turquía y la India. En esta entrevista, el escritor responde a algunas de sus propias preguntas.

Construye el relato a partir de literatura, música, filosofía...

No quería que por el hecho de ser un libro que trata de preguntas esenciales, solo se construyera a partir de filósofos. Me interesaba que también hubiera alusiones a la literatura, incluso a la música pop o rock. Historias de vida, de personas que me las han confiado, entrevistas, que fuera lo más poliédrico posible, en el sentido de que muestre todo lo que tenemos a nuestro alcance para poder dar nuestra propia respuesta a las preguntas.

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¿Ha encontrado su ikigai o propósito en la vida?

Lo he encontrado varias veces y lo he perdido otras tantas porque el ikigai no tiene por qué ser una sola cosa a lo largo de la vida. Es muy normal que las pasiones, igual que ocurre con los amores a veces, tengan una duración determinada. Yo, por ejemplo, tuve pasión como editor, pero hubo un momento en que eso dejó de tener sentido para mí. Por lo tanto, ahora mismo mi ikigai sería ayudar a los demás a encontrar su propio propósito.

¿Puede haber alguien que no lo encuentre?

Sí. Si es alguien que está muy desconectado de sí mismo y no se hace preguntas, que está atenazado por el miedo y que prefiere quedarse con lo que llaman la «paz barata», no mover ficha por miedo a entrar en situaciones desconocidas. Si no eres mínimamente valiente, no podrás encontrar tu propósito porque requiere salir del lugar en el que estás, probar cosas, equivocarte y volver a empezar y todo eso necesita de cierta energía y de cierta tolerancia al fracaso.

¿Los amigos nunca fallan?

El problema de la amistad se produce cuando se exige que sea de una determinada manera. El secreto de los amigos que son para siempre es entender que no hay nadie en el mundo que esté aquí para servirnos, que cada persona tiene una serie de capacidades y una serie de zonas de poder, que es en las que nos tenemos que mover. Por ejemplo, un amigo puede no acudir a tu fiesta de cumpleaños, pero se presentará de madrugada en tu casa si tienes un problema. Si no te relacionas desde la exigencia, sino desde la aceptación de lo que es cada uno, pueden durar siempre.

Si no eres mínimamente valiente, no podrás encontrar tu propósito porque requiere de cierta energía y tolerancia al fracaso

¿Y el amor?

Tiene que empezar por el amor por uno mismo porque las personas que tienen baja autoestima, el tipo de relación de pareja que establecen es de dependencia, de exigencia, de miedo a la pérdida. Lo ideal es que cada uno aprenda a amarse a sí mismo, a respetarse y a valorarse por lo que es. Como persona completa y no como media naranja, se puede relacionar con cualquier otra y puede caminar a su lado. A las personas independientes, contentas con su vida, les resulta mucho más fácil estar en pareja que a las que están acomplejadas, las que arrastran cosas del pasado.

Todo el mundo arrastra cosas del pasado...

Ya que sumar años nos resta energía y facultades físicas, también tenemos la posibilidad de madurar, de comprender el pasado y soltarlo, en el sentido de darnos cuenta de lo que salió mal, pero como aprendizaje. No está bien si lo vamos a usar el resto de nuestra vida como «pobre de mí» porque esta actitud es no darse cuenta de que todo el mundo ha sufrido.

¿Qué es para usted el destino?

Hay personas que confían en la suerte, en que se den determinados factores para ser felices, pero esto las hace dependientes de circunstancias externas. Los que construyen su destino van poniendo ladrillos día a día, pequeñas acciones que acaban teniendo consecuencias en el futuro. Es decir, o te quedas a la espera de lo que puede suceder o lo fabricas tú mismo y las personas proactivas no necesitan creer en el destino. Ya lo crean a su manera.

Si hubiera sido un hombre de la antigüedad, ¿habría visitado el Oráculo de Delfos?

Si acudían a ese oráculo es que debería dar respuestas muy interesantes. Sucede como cuando encuentras a un buen terapeuta. Dicen que aunque el terapeuta no te diga nada, cuando llegas allí ya te sientes bien solo de ver a esa persona. Pues con el oráculo debía suceder lo mismo. Era un lugar tan prestigioso que el solo hecho de ponerte en camino para conocer tu destino provocaba que la gente ordenara sus pensamientos. Lo que buscan todos los rituales es aportarnos seguridad y encauzarnos creativamente para hallar soluciones. Personalmente, sé seguro que habría ido a Delfos.

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