Un impulso para Pablo

El nuevo central del CF Reus, disfrutó de una formación privilegiada en Villarreal y coronó las inferiores de la selección como un elegido. Hijo del prestigioso técnico de baloncesto, Roberto Íñiguez, busca catapultar de rojinegro su carrera. Firma por tres temporadas, aunque el submarino amarillo dispone de un derecho de recompra

12 julio 2017 12:00 | Actualizado a 13 julio 2017 11:58
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El impulso que precisa Pablo Íñiguez (Burgos, 1994) para cumplir aquellas previsiones que le apuntaban al foco debe darse en Reus, en un proyecto estable, sin obligaciones urgentes ni presiones exteriores altisonantes. El joven central, producto de la inagotable fábrica del Villarreal, aparece por el Estadi con un proceso de formación deslumbrante. Fue precoz para el debut en Primera (2012) y abanderó convocatorias con la selección española. De la sub-17 a la sub-21. En todo caso, existe en su rostro una deuda pendiente; consolidarse en el fútbol profesional. Dos cesiones, el Girona (2014-15) y Vallecas (2016-17) le han dejado a las puertas. Todavía con 23 años y el progreso por madurar, Reus le acoge dispuesto a encumbrarle. ‘No he tenido la continuidad que todo profesional quiere. Eso es lo que busco”, ha reflexionado en la puesta de largo, este mediodía en esa sala de prensa en ebullición en época de calor y preparación. El hábitat de las nuevas caras.

Íñiguez ofrece unas prestaciones apetecibles. Central con destreza para iniciar el juego y agilidad en las vigilancias. En tiempos de necesidad puede actuar de pivote defensivo, tal y como enseñó en las categorías inferiores del submarino amarillo, donde su nombre quedó marcado con fluorescente por los hinchas. Pablo se ha criado en una familia deportista. Su padre, Roberto Íñiguez presume de currículum como técnico de baloncesto femenino. Probablemente, uno de los estrategas con mayor prestigio europeo. Ha dirigido, entre otros, al histórico Ros Casares, donde conquistó la Euroliga en 2012, entre otros premios. Roberto se ha convertido en una de las personas más influyentes en el tránsito del nuevo futbolista rojinegro.

La joven adquisición rojinegra no oculta la admiración que siente por el ADN que el Reus ha exhibido en su hoja de servicios. ‘Cuando me enfrenté a ellos en Segunda B siempre me chocó ese estilo de querer ser protagonista con el balón, muy similar al del Villarreal. Es uno de los factores que me ha convencido para venir”.  No hace demasiados días padeció la cara amarga de la profesión. Las lesiones le maltrataron en el barrio de Vallecas, donde había acudido para iluminar al Rayito. El persistir, el no plantar la bandera blanca, le permitió finalizar el curso entre los elegidos en el once de Míchel y hallar el alivio de la permanencia.

Su nuevo horizonte no le quita la sonrisa. De hecho, acentúa el entusiasmo. La primera toma de contacto con los compañeros se ha completado esta mañana, en una sesión de reconocimiento antes del derroche físico. El Reus ya dispone de munición con tres guardianes de zaga imponentes. Olmo, Pichu y Pablo.

 

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