El Ayuntamiento de Reus ha clausurado preventivamente la discoteca La Chismosa, ubicada en el número 44 de la calle de la Amargura, porque «no dispone de luces de emergencia ni señalización de las escaleras» y «llevaba tiempo sin someterse a las revisiones periódicas», según ha comunicado la mañana de este 1 de junio el concejal de Empresa, Carles Prats, en una comparecencia ante los medios de comunicación en el edificio consistorial. «Estamos hablando de personas y la situación representaba un peligro», ha precisado el alcalde, Carles Pellicer.
Paralelamente, se ha incoado un expediente sancionador por el «incumplimiento de requerimientos de seguridad» que puede comportar una sanción económica de entre 1.500 y 5.000 euros. El negocio tiene 15 días para recurrir. El cierre es, tal como precisó Prats, una «medida cautelar» que se volverá definitiva si dentro de ese plazo la discoteca no actúa.
Fuentes de La Chismosa han atendido a este rotativo a última hora del día y sostienen que, en enero, ya notificaron telemáticamente al Ayuntamiento que todo en el establecimiento está en orden, tras pasar una inspección, y muestran abundante documentación al respecto. Afirman que las deficiencias que el consistorio señala en el local no se están dando y niegan cualquier incumplimiento.
«La línea es prevenir, evitar y perseguir las conductas que puedan alterar la buena convivencia», ha añadido el alcalde en la rueda de prensa, en la que ha destacado que «Reus es un referente en el sector del ocio nocturno» y que la mayoría de los empresarios se ciñen a los requisitos que marca la ley, pero este establecimiento «no ha mostrado ninguna voluntad de colaboración». «Nuestro interés es que haya el máximo de actividades y si llegamos aquí es que los incumplimientos han sido graves», ha subrayado Prats.
Aunque completamente al margen de esta actuación concreta, el responsable de Empresa ha apuntado que «hay una serie de quejas y altercados en la vía pública» que se relacionan con el negocio y que «nos han ayudado a tomar con más tranquilidad una decisión que no es el tipo de decisión que nos gusta tomar». Además, «ha habido varias comunicaciones, algunas de las cuales ni siquiera las han recibido, y esta del cierre se les ha tenido que entregar presencialmente pese a que están obligados a tener el trámite digital». «Si no hay señalización y no hay luces de emergencia, imaginémonos lo que puede pasar. Y si los controles periódicos no los pasan, puede haber otras cuestiones», ha precisado. «Podrían darse situaciones que como Ayuntamiento no podemos permitir», ha zanjado Pellicer.
La Chismosa «tiene licencia de discoteca» y «debe someterse a estas auditorías que hace una entidad homologada que valida que los criterios técnicos se están cumpliendo, y eso no pasaba». Por su parte, la concejala de Seguretat, Dolors Vázquez, ha precisado que «aunque se ha hablado de incivismo y de hechos periféricos, lo que hacemos es un cierre de actividad por incumplimiento de una normativa de actividades» y «la Guàrdia Urbana ha puesto a disposición del departamento de actividades del Ayuntamiento todas aquellas situaciones que se hayan podido encontrar, como ruidos en la vía pública o alguna pelea que se haya podido producir en años anteriores».
