El viernes pasado agentes de la Guàrdia Urbana consiguieron auxiliar a una persona que había anunciado su decisión de quitarse la vida. Los hechos sucedieron el viernes pasado a mediodía (las guías sobre el tratamiento del suicidio en los medios recomiendan no especificar el sitio y le método).
La policía local recibió la llamada donde se alertaba de que una persona muy alterada amenazaba con quitarse la vida. Los primeros agentes en llegar al sitio pidieron apoyos así como la presencia de personal sanitario.
Los agentes comenzaron a hablar con el hombre, que estaba dentro de un coche. Después de una larga conversación en la que no lograban hacerle desistir, aprovecharon un descuido en el que dos agentes, coordinadamente, rompieron los vidrios y pudieron acceder al vehículo. El ciudadano fue atendido por los servicios médicos y trasladado al Hospital Joan XXIII.
En verano pasado otros dos agentes también consiguieron ayudar a una mujer que intentaba quitarse la vida en una zona céntrica de la ciudad.
Durante su formación en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya los agentes reciben nociones para tratar con personas que se encuentran en un estado mental alterado. Fuentes municipales explican que ahora, además, «desde la Guàrdia Urbana se está trabajando en una formación continúa que contemplará como actuar en casos de tentativas de suicidio».
Valga recordar que el suicidio es la principal causa de muerte no natural y la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años en Catalunya (2,39 muertos por 100.000 habitantes).
La mayoría de los suicidios no se producen sin previo aviso, por lo que cuando una persona comunica estas ideas siempre debe ser tomada en serio y no como un intento de llamar la atención.
