El riesgo de incendios forestales es una de las principales amenazas de la Anella Verda y la previsión de un escenario climático con menos lluvias y un incremento de las temperaturas hace que desde la administración local no quiera bajarse la guardia. Al respecto, los presupuestos del Ayuntamiento de Tarragona aprobados el pasado miércoles incluyen una partida de 500.000 euros para la ejecución del Pla de Prevenció d’Incendis Forestal. Un dinero que, según avanza el concejal de Medi Ambient, Guillermo García, debe servir para la «protección» y «preservación» de este pulmón verde.
«Afortunadamente la gente es cuidadosa con las indicaciones, pero es una realidad que desde hace algunas décadas ya no se utiliza el bosque y esto hace que esté en un estado precioso pero muy salvaje, lo que constituye un peligro», apunta el edil socialista.
El objetivo es que puedan llevarse a cabo nuevas acciones de gestión y limpieza forestal, recuperando las infraestructuras y cortafuegos que deben permitir que en caso de emergencia puedan moverse los dispositivos de emergencia. «A parte de limpiar el sotobosque necesitamos que haya unas buenas vías, para que pueda accederse de forma fácil, protegiendo determinados puntos y estableciendo bases dentro del propio bosque», argumenta García.
Las acciones deben permitir reducir la capacidad de propagación y los daños
Las acciones concretas quedarán definidas dentro del proyecto ejecutivo del Pla de Prevenció d’Incendis Forestals del Terme Municipal de Tarragona, el cual parte del instrumento redactado en 2018. En este, tanto Medi Ambient, como Bombers y Protecció Civil hacían una diagnosis en cuanto al mantenimiento de caminos y actuaciones en puntos estratégicos de gestión, para reducir la vulnerabilidad y el riesgo del municipio delante de un incendio forestal.
Establecer prioridades
Ahora, este proyecto ejecutivo es el que permitirá «planificar» y «dimensionar» las actuaciones necesarias concretas, que deben permitir reducir la capacidad de propagación y los daños ocasionados. Asimismo, hay un tercer eje como son las medidas por tal de facilitar la extinción.
El responsable del área de Medi Ambient asegura que los trabajos de redacción de este documento estarán acabados entre los meses de «febrero y marzo». Y, en base a este documento, podrán «establecerse las prioridades de cara a la ejecución de esta partida presupuestaria». De momento, avanza que «aunque el ámbito todavía no se ha definido, en principio, empezaremos por las urbanizaciones de Llevant y los barrios colindantes, como Sant Salvador y Sant Pere i Sant Pau».
¿Cabras para el mantenimiento?
Las acciones seguirán el hilo del proyecto que se inició en 2019 en el ámbito del Pont del Diable, cuando por primera vez se hizo una gran campaña forestal en colaboración con Bombers de la Generalitat. A partir de ahí, también se prevé que pueda establecerse un mantenimiento para evitar que resurja el problema.
Se hará un análisis de la biodiversidad de este entorno
Cómo se conseguirá todavía no se sabe. No se descarta la posibilidad que puedan introducirse cabras para que se hagan cargo de ello, como se habló en un determinado momento durante el anterior mandato. Sin embargo, «el problema es que hoy en día no es fácil encontrar a pastores», explica García.
La gestión forestal de este entorno se está abordando en paralelo a la redacción de los planes gestor y urbanístico, los cuales forman parte del programa de acciones dentro del proyecto Greenbelt’26. El primero de estos instrumentos partirá de diferentes trabajos de análisis y planificación, y contendrá el plan de acción para la biodiversidad del municipio y el plan de adaptación al cambio climático. En cuanto al segundo, tiene como finalidad proteger el medio natural de este entorno, incluyendo el conjunto de documentación y determinaciones que sean exigidas para su aprobación.
