Dos empresas se han presentado al concurso público abierto desde el Ayuntamiento de Tarragona para la redacción del proyecto de naturalización del sistema fluvial del Francolí, en su paso por esta ciudad. Se trata de una de las acciones más ambiciosas dentro del proyecto Greenbelt’26, el cual debe permitir la recuperación del tramo final de este afluente, marcado por la escasez de agua y la fuerte presión antrópica en sus últimos kilómetros hasta la desembocadura.
«El derribo de la plataforma del Miracle es imprescindible por la poca lógica que tiene la estructura actual, sin embargo, la recuperación del Francolí podemos decir que es el proyecto más transformador de este Greenbelt, porque estamos hablando de un proyecto con un impacto sobre muchas hectáreas», indica el concejal de Medi Ambient, Guillermo García.
El proyecto que ahora debe redactarse es el que acabará definiendo las actuaciones concretas que se financiarán con los fondos europeos Next Generation. Sin embargo, el edil socialista avanza que estas pivotarán sobre tres ejes básicos como son la «limpieza», la «naturalización» y la «infraestructura».
El proyecto ejecutivo definirá la actuación que debe llevarse a cabo en este entorno
Dentro de este tercer apartado se incluye la habilitación de un vial de 1,4 kilómetros de longitud, aproximadamente, que permitirá que tanto las personas que salen caminando de excursión como los ciclistas puedan recorrer este último tramo del río, antes de que este desaparezca en aguas portuarias. «Queremos que sea una cosa digna, que no tenga que pasarse entre piedras y con la vegetación descontrolada», indica el sexto teniente de alcalde.
De hecho, actualmente ya es una zona de paso para los tarraconenses que acceden a la red de caminos de la Anella Verda, a través del Pont del Diable. Sin embargo, no existe un camino fluvial propiamente dicho, por lo que va a habilitarse esta infraestructura, resiguiendo la margen izquierda.
Conector natural y social
«El objetivo es la recuperación de este entorno a nivel de biodiversidad, pero también de ciudadanía, ya que queremos que la gente lo conozca y que pueda salir a pasear», dice García.
Como paso previo se habrá llevado a cabo una intensa labor de limpieza y naturalización del entorno. Según los pliegues de condiciones técnicas del contrato que ahora tiene que adjudicarse, este «presenta un aspecto altamente transformado y desnaturalizado, encontrándose canalizado en su tramo más bajo por estructuras de contención de carácter duro, desde un punto de vista paisajístico y ecológico».
Este mismo documento, no obstante, hace hincapié en la «alta potencialidad» para recuperar ecosistemas forestales de ribera y hábitats acuáticos que mantiene este entorno. Por lo que se tiene en cuenta que «la restitución del funcionamiento y dinámica natural del río repercutirá muy positivamente sobre la calidad ecológica de la masa de agua y su carácter como conector y valor social».
La renaturalización del Francolí se llevará un tercio de los fondos del Greenbelt’26
Eliminar las extensas superficie de caña y demás especies alóctonas, así como restituir los espigones de piedra que se han formado en el cause son algunas de las actuaciones que se llevarán a cabo. A partir de ahí, se replantará vegetación de ribera autóctona, que permita que poco a poco vaya recuperándose la flora y la fauna, que se ha ido perdiendo en las últimas décadas. Para ello, está previsto que se deposite tierra, que permita enriquecer el suelo, así como se instalarán sistemas que propicien la nidificación.
El Gaià y el Manzanares
El Ayuntamiento de Tarragona asegura que se está fijando en dos proyectos para llevar a cabo esta intervención. Por un lado, el Gaià, custodiado por la asociación ambiental La Sínia. «Es un claro ejemplo de como a partir de la atención de aquellos espacios que son un hábitat de especies, la natura va ganando espacio y nos da unos resultados», indica García.
La transformación del Manzanares, en Madrid, es otro de los proyectos que se ha estudiado para tener como referencia. «Hicieron un cambio de paradigma de un río de laminación, a que este fuera escogiendo su paso y abriéndose camino», argumenta el responsable de Medi Ambient.
El Ayuntamiento asegura que ahora estudiará la solvencia y las propuestas técnicas, por tal de proceder a la adjudicación del contrato. Este tiene un valor de más de 236.000 euros (IVA incluido) y forma parte de la ayuda de más de un millón de euros para la naturalización de este espacio.
