Los usuarios que habitualmente aparcan en el descampado de la Avinguda d’Andorra, junto a la carretera de Valls, se habrán encontrado que estos días no podía accederse en su interior. Todavía no empiezan las obras de urbanización de este sector, que forma parte del plan parcial 1. No obstante, podría decirse que el motivo del cierre está vinculado a este proyecto, que afecta a una de las principales entradas de la ciudad y que será una nueva zona de viviendas.
En concreto, esta semana se han iniciado los estudios arqueológicos, que son condición sine qua non para que las obras puedan ejecutarse. Estos trabajos previos forman parte de esta última fase en la cual ha entrado la tramitación de este plan, que hace referencia a la redacción del proyecto de urbanización. A partir de ahí, tan solo faltará la reparcelación para que las máquinas puedan entrar definitivamente.
En este entorno se construirán unas 330 viviendas y 180 plazas de parking disuasorio
Este es uno de los sectores de crecimiento que no se vio afectado por la anulación del POUM. Ubicado en la Avinguda d’Andorra, a escasos metros de la intersección con la Avinguda Catalunya, afecta a una superficie de 62.587,32 metros cuadrados, divididos en dos subsectores por el vial de acceso a la A-7.
En total está prevista la construcción de unas 333 viviendas, que acabarán de completar este agujero que quedaba junto al trazado de la circunvalación. No obstante, es un plan que comportará mejoras para la ciudadanía. En primer lugar, porque generará un parking disuasorio de unas 180 plazas en una de la entradas de la ciudad. Y, en segundo lugar, porque permitirá adecentar las aceras, junto a la carretera de Valls, por las que cada día pasa mucha gente caminando hacia Sant Pere i Sant Pau.
