A partir del año 2027 el transporte de mercancías por carretera pagará por sus emisiones de carbono, mientras que el 28 de octubre de 2028 finalizan la totalidad de las concesiones de transporte interurbano. Ambos constituyen dos de los principales retos de un sector que ayer se reunía para abordar cómo se prepara para un futuro en un territorio, con importantes déficits si no quiere quedarse atrás.
La sesión, organizada por la Federació d’Empreses d’Autotransport de la província de Tarragona (Feat) junto con el Col·legi d’Enginyers Tècnics Industrials, arrancaba con una mesa redonda alrededor de la movilidad de viajeros. El punto de partida es crítico. El transporte público tan solo está detrás del 2,8% de los desplazamientos en Terres de l’Ebre y del 5,6% en el caso del Camp de Tarragona. «Estas cifras deben incrementarse», afirmaba el director del Departament de Geografia de la URV, Aaron Guitérrez.
Gutiérrez defendió la región de los treinta minutos, un modelo que «vertebre el territorio» de forma que los servicios, ocio y trabajo comporten que el tiempo de desplazamiento se sitúe en esta media hora. «Debemos pensar en un modelo propio para las ciudades pequeñas y medias, con unas necesidades diferenciadas respecto a las grandes metrópolis, donde se está hablando de la ciudad a quince minutos», argumentaba.
Competir con el vehículo privado puerta a puerta es complicado y más aún en zonas con una baja densidad de población. Por este motivo, Gutiérrez apelaba a la necesidad de un «plan de choque» que principalmente debe traducirse en inversiones para transformar la movilidad activa.
¿La solución es el tranvía? Sobre este proyecto se habló muy poco, e incluso el subdirector general de Transports de la Generalitat, Daniel Fernández, evitó mencionarlo durante su intervención. De hecho, el sector del transporte siempre se ha mostrado contrario a esta inversión.
«El transporte público en autobús es catorce veces más económico», afirmó al respecto el presidente de la Federació Catalana d’Autotransport de Viatgers, Josep Maria Chavarría. La capilaridad del autobús, el coste por kilómetro que representa y el potencial en cuanto al reequilibrio territorial son algunos de los argumentos que esgrime el sector para aparcar definitivamente el proyecto del tranvía, a favor de la carretera.
Pese a la escasa utilización del transporte público en las comarcas del sur de Catalunya, el representante de la Generalitat mostró un discurso triunfalista, basado en las grandes cifras, que muy a menudo no se ajustan a la realidad de los usuarios de fuera del área metropolitana de Barcelona. «Hay un antes y un después del sistema de transporte, con el sistema integrado, que ya llega al 97% de la población de Catalunya», decía.
La jornada servía para que desde el Col·legi d’Enginyers Tècnics Industrials se reinvindicaran «más inversiones para el territorio», que deben servir para desdoblar la C-12 y C-14, además de finalizar la conexión del túnel del Coll de Lilla con el enlace de la autopista AP-2. Unas exigencias que los transportistas también se hacen suyas, a la vez que reivindican una soluciones definitivas para el transporte público de mercancías tanto ferroviario como por carretera.
La jornada también sirvió para que la patronal del transporte hiciera un llamamiento para que los jóvenes y mujeres se incorporen al sector para garantizar su continuidad. «Faltan conductores, por este motivo hemos pedido crear formaciones para que la gente pueda acceder gratuitamente a los permisos y que haya un relevo generacional», afirmó el presidente de la Feat, Joaquim Riudeubas.
Antonio Carmona será el nuevo responsable de Rodalies Catalunya. El hasta el momento responsable de comunicación del operador Renfe en Catalunya asumirá el nuevo cargo a partir del 1 de abril, después que ayer por la tarde la dirección de la compañía ferroviaria decidió su nombramiento.
Carmona entró a trabajar en Renfe hace más de veinte años, inicialmente como ayudante ferroviario, aunque principalmente se ha encargado de la relación con los medios. Este sustituirá a Mayte Castillo en el cargo, que pasará a dirigir el Museu del Ferrocarril de Catalunya, en Vilanova i la Geltrú.
