El cambio climático exige medidas urgentes

El verano que acaba de finalizar ha sido uno de los más tórridos en Tarragona desde que hay registros. Las noches tropicales, con temperaturas que hacían complicado conciliar el sueño, han sido una constante durante todo el estío. Y el inicio del otoño no parece diferente, con esa imagen tan poco habitual de playas a rebosar a pesar de estar bien entrado ya el mes de octubre. Se trata de una anomalía que, como consecuencia de un cambio climático que ya convive con nosotros, cada vez lo será menos, para convertirse en algo a lo que tendremos que acostumbrarnos en los próximos años. No será fácil, pues los expertos aseguran que los cambios producidos por el calentamiento global se producen de una forma mucho mas rápida que nuestra capacidad de adaptación. Y las consecuencias, dramáticas, ya están a la vista. Una de ellas es el incremento de los fallecimientos que tienen su causa en el calor, sobre todo entre las personas más sensibles y vulnerables, como ancianos y enfermos crónicos con patologías cardiovasculares y respiratorias.

Pero los efectos del cambio climático van mucho más allá e incluso pueden cambiar drásticamente nuestro estilo y nuestro modo de vida. De momento, ya se ha notado en el encarecimiento de los alimentos por la sequía. Y puede suponer una amenaza para uno de los grandes motores económicos del territorio, el turismo. Y es que el aumento de las temperaturas –los vaticinios hablan de que en unos años Tarragona registrará la temperatura de Cádiz– hará que los turistas opten por pasar sus vacaciones en lugares más templados, donde puedan salir a la calle durante el día y donde dormir no suponga una odisea diaria. El cambio climático no es, en absoluto, un asunto banal. Por eso es tan urgente tomar las medidas necesarias para reducir sus efectos. Y es esta una tarea que nos interpela a todos, desde las administraciones a las empresas, pasando por los ciudadanos. Y hay que hacerlo ya; mañana puede ser tarde.