Opinión

Creado:

Actualizado:

Siempre me ha encantado Sherazade (Shahrazad), la narradora de Las mil y una noches. Su nombre significa ‘la hija de la ciudad»’ Creo que vale la pena recordarla: érase una vez un sultán que odiaba la vida, el amor y las mujeres. Se llamaba Schahriar. Se casaba con una nueva cada día y las ejecutaba a la mañana siguiente. Este sultán tenía un visir sabio que intentó, en vano, detener los daños y las muertes. Su hija mayor, Shahrazad, quería darle una lección al sultán así que se ofreció a casarse con él, aunque arriesgara su vida. Un detalle importante: este palacio contaba con una enorme biblioteca. Shahrazad había tenido acceso a esta biblioteca desde pequeña y había leído mucho: poesía, filosofía, botánica, historia... En su noche de bodas, Shahrazad le rogó al sultán que le permitiera a su hermana ir a su habitación a despedirse, ya que podría no estar viva a la mañana siguiente. El sultán dijo que no le importaba. Su hermana, astutamente le pidió a Shahrazad: «cuéntanos una historia, por favor, ya que no sabemos qué nos deparará el mañana». Y así fue. Cada noche contaba una historia, solo paraba al amanecer, y el sultán, ansioso por escuchar el resto, tenía que permitirle vivir y sobrevivir un día más... un día más... hasta que pasaran las mil y una noches. Cuando Shahrazad finalmente dejó de contar historias, el sultán ya no quería matarla. Ni a ella ni a nadie. Lo habían transformado todas las historias que había escuchado.

tracking