Magnesio

Es difícil saber cómo hemos sobrevivido como especie sin los complementos vitamínicos y minerales. Cómo se lo harán en una isla remota del norte de Siberia, yo no sé. Cómo se lo harán en el desierto del Chad, lo desconozco. Seguramente ni en Siberia ni en el Chad piensan en tomar magnesio. El magnesio que sepan, sirve para prevenirlo todo, curarlo todo. El magnesio, como el colágeno, como el ácido hialurónico. Si algún algoritmo fuese capaz de calcular el tiempo que -básicamente las mujeres- pero seguramente también algunos hombres, pierden pensando en suplementos vitamínicos, tratamientos, regímenes (esos que te dicen que estás gordo porque te da la gana y que si te compras infinidad de productos, perderás 20 kilos en un mes), nos daríamos cuenta de que mientras nos tienen pensando en esto, no nos tienen pensando en nada más. Ni en cómo es posible que los bancos cedan sus deudas a fondos buitre que luego hacen negocio de la miseria de las personas. Ni en cómo es posible que hacienda persiga a la gente de forma mucho más radical que lo hace a las empresas. Que no es posible negociar nada con ellos. Ni en cómo los beneficios de pocos están destruyendo la vida de muchos. Ni en cómo hemos dejado que la vivienda sirva para especular y no en para vivir. Menos magnesio y más pensamiento crítico.