Opinión

La Mirada

Si estás en redes, un cártel te está robando

Albert Poch creció en una familia ganadera, ordeñando vacas desde niño antes de convertirse en abogado de litigios mercantiles. Ahora, desde su firma Redi, lucha contra los cárteles empresariales que nos roban cada día

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Albert Poch es de familia ganadera, en Osona, y me cuenta que allí tuvo que currarse las garrofes. Ordeñar no es como poner un bar que sí, que hay que abrir cada día, pero si tienes uno malo y te quedas en la cama no te quedas sin nada. Si no ordeñas las vacas –dos veces al día– se te mueren.

Así que Albert se pasó la infancia cubo en mano hasta que pudo estudiar con becas y sin dejar de trabajar y acabó Derecho. Mientras tanto, hizo amigos entre los turistas rurales y pudo aprender inglés ordeñando en Canadá, Japón y hasta hizo pinitos con el francés en Senegal. Trabajó como abogado en grandes despachos, como Garrigues, Pérez Llorca o Ventura Garcés y se especializó en litigios mercantiles. A menudo, las empresas denunciaban a otras por prácticas contra la competencia; pero raramente les denunciaban los usuarios o consumidores de servicios y productos como nosotros.

¡Y podríamos! Porque resulta que hay decenas de cárteles en todas las esferas de nuestra vida que nos roban. Literalmente.

El más guarro es el de pañales para adultos. En Catalunya hay cinco empresas que los fabrican y se han puesto de acuerdo para fijar un precio y que ninguna lo abarate. Así que no solo los pobres adultos y sus familiares pagamos por los pañales de nuestros padres y abuelos más de lo que valen, sino también todos los contribuyentes.

Pero la lista de cartels que nos encarecen la vida y nos engañan a diario es muy larga. Durante años los fabricantes de camiones europeos también pactaron un precio mínimo por vehículo y no solo; también de forma fraudulenta se pusieron de acuerdo para incumplir las normas energéticas. La Unión Europea detectó le fraude y les puso una buena, por cuantiosa y merecida, multa de 2.600 millones de euros.

El problema ahora es que si quieres que te indemnicen como comprador estafado, aún debes poner una demanda por tu cuenta; pero pronto, como ya sucede en EEUU y Reino Unido, un gran demandador invierte en fichar abogados y peritos y si la gana, se queda una parte de la indemnización y el resto la pueden reclamar los damnificados con solo demostrar que lo son.

Es lo que harán muchos de los 40 millones de usuarios británicos de Facebook y Instagram si ganan la demanda contra su propietario, Meta, por haberse quedado y vendido sus datos privados. Y pronto podremos hacerlo también en España si la UE consigue generalizar su directiva.

Mientras, Albert Poch defiende al CatSalut en su demanda contra los fabricantes de pañales. Hay cartels criminales y odiosos como el de las dos farmacéuticas únicas fabricantes de un fármaco contra el cáncer que han pactado su precio encareciéndolo. Está el cartel del Meteocat –sí, nuestro clima– que acordó con ayuda de un político los precios mínimos de mantenimiento del satélite y fue condenado por la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO) por ello. ¡Bien hecho!

Y ahora Albert quiere movilizarnos a todos para que denunciemos esas prácticas monopolísticas que degradan nuestra cadena de valor y nos hacen perder competitividad y sufrir la inflación. Él mismo se indigna al referirme las prácticas monopolísticas en el mercado de...¡la Leche!

El abogado confía en que algún día todos los que hemos sufrido esas prácticas como usuarios, compradores o contribuyentes podamos ser indemnizados por quienes se lucraron ilegalmente con ellas. De momento, les animo a que denunciemos a los cárteles que nos roban cada día a día. Su despacho Redi (de Redemptorum Iuris, acrónimo inspirado en aquello de abogado de los pobres) está trabajando para multarlos e indemnizarnos. ¡Suerte, letrado!

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