Dietistas en todos los CAP de Tarragona: de obesidad a intolerancias
El nutricionista llega a los 33 centros de atención primaria del Camp. Ayudará en la diabetes, la tensión y el colesterol

Profesionales trabajaron ayer en el Centre Cívic Migjorn con diagnosticados de fibromialgia.
«Al principio, era reacia. Pero el resultado es fantástico. Uno cree que sabe combinar los alimentos y se desespera porque las dietas no le funcionan. Y no es eso. Aquí nos acompañan y no nos juzgan, y así avanzamos», explica Manoli Puertas. Ella es una de los pacientes que la mañana de este 17 de mayo acudieron a una sesión de dietista-nutricionista en el Centre Cívic Migjorn, ligada al CAP Marià Fortuny.
El servicio se ha implantado ya en los 33 centros de atención primaria (CAP) de la Regió Sanitària Camp de Tarragona, a través de 18 profesionales, dentro del plan de cobertura iniciado hace un año en Catalunya.
La meta no es el adelgazamiento, sino promover comportamientos y rutinas para evitar la obesidad y el sobrepeso, que afectan al 56,9% de usuarios del Camp entre 18 y 74 años, y al 46,3% de los menores de 19. La gerente de la Regió, Imma Grau, explica que «la implementación de nuevos roles como este, quiere reforzar la atención a la ciudadanía desde la Comunitaria» y destaca su «papel fundamental para mejorar la calidad de vida y la salud de la población».
Los dietistas-nutricionistas trabajan dentro y fuera del CAP. «Así, podemos evitar y mejorar patologías que tienen relación con la dieta, como la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia...», precisa. El servicio se coordina con la enfermera referente de Comunitaria.
El especialista no solo dirige a la persona a un grupo u otro, sino que también contempla un seguimiento para comprobar si se cumplen los objetivos terapéuticos establecidos. A la vez, se apuesta por llevar a cabo talleres y actividades en escuelas y en centros para mayores.
Grupos infantiles y para adultos
La figura del nutricionista-dietista «la tenemos incorporada hace más de dos décadas. Entonces, aunque el paradigma era distinto, se hizo ya con una visión de futuro» y, con el tiempo ha evolucionado y «hemos ido incorporando grupos infantiles y de adultos, ahondando en la vertiente comunitaria», explica la coordinadora de Enfermería y responsable de Salud Comunitaria del CAP Fortuny.
«Hoy en día, la orientación ha variado y es hacia toda la población», dice, bajo la premisa del «trabajo conjunto y multidisciplinar».
Montserrat Llort lleva 20 años ejerciendo como dietista-nutricionista en centros del territorio. «Inicialmente, nuestra tarea era más individualizada y ahora hacemos intervenciones grupales en la población que sufre patologías y puede beneficiarse de una mejora en los hábitos alimentarios, tanto adultos como niños e incluso perfiles desfavorecidos». La importancia reside en que «todo se realiza conociendo el entorno de su área».
Buena parte de los pacientes son derivados al servicio a raíz de problemas de obesidad y «nos estamos encontrando con mucha intolerancia alimentaria».
«Hemos detectado que desde la atención especializada se están hallando muchos casos y desde la Primaria también, así que la Primaria se encuentra saturada y estamos consensuando e iniciaremos en breve actividades grupales con estos perfiles, que serán cíclicas», especifica.
En el Centre Cívic Migjorn, esta mañana, los profesionales trabajaron con un grupo de fibromialgia «no solo abordando qué comemos sino también cómo lo hacemos, porque muchas patologías radican en comer rápido o mal y eso acarrea, a la vez, problemas digestivos». También hubo actividades comunitarias de concienciación sobre la hipertensión en el Mercat Central. La finalidad, «llegar a toda la población».