Oleada de pintadas en persianas de locales del centro de Reus
Los propietarios de los negocios afectados piden más control ante la «imagen deplorable» y el desembolso en limpieza que implican los grafitis en sus puertas

La de Asens Joiers es una de las entradas que quedó afectada por los grafitis durante la noche del 10 al 11 de julio.
En verde y blanco, sobre fachadas de edificios, persianas de comercios, entradas a cafeterías o bancos públicos. De la noche a la mañana, pintadas muy similares aparecieron en multitud de puntos del centro. Desde uno de los establecimientos afectados, Asens Joiers, en la calle Llovera, explican que «ocurrió la madrugada del 10 al 11 de julio y nos lo encontramos así». En su puerta, igual que en el resto de superficies garabateadas, se ve ahora «lo que parece una firma de un tal Kük y un número que no sabemos qué es».
«Tiene que haber más control porque las cosas así generan una imagen deplorable. Es una cuestión de pedagogía pero también tiene que haber algo más para la gente que no admite esa pedagogía», añaden. Y es que «limpiar esto no es gratis: la última vez, borrar lo que había nos costó horas de varias personas trabajando». Por eso, «ahora no lo borraremos, porque así tiramos el dinero», indican, y reclaman que «igual que se limpian las calles, se tenga en cuenta que no ocurra esto y haya contundencia».
Hace algunos años, en 2018, la Guàrdia Urbana atrapó y denunció a dos grafiteros, conocidos como Pof y Yuris, también por hacer pintadas en comercios del núcleo. Se les consideraba supuestamente responsables de más de 500 firmas en multitud de ubicaciones. En aquella ocasión «los cogieron porque pudieron verlos, de casualidad, por las cámaras», recuerdan desde la joyería, donde indican que entonces «la policía vino para recopilar los casos». El Ayuntamiento, que en aquel momento hizo público que los grafiteros podían llegar a enfrentarse a sanciones económicas de hasta 25.000 euros, ya no ha vuelto a pronunciarse sobre en qué quedó la denuncia.
Fuentes municipales consultadas sobre esta nueva oleada se limitan a indicar que «desde la Guàrdia Urbana se recuerda a los propietarios de inmuebles afectados por pintadas que denuncien los hechos para poder abrir una investigación y poder responsabilizar a los autores de los daños causados».