El oligarca de Donetsk que hacía negocios desde la plaza Prim

El clan ucraniano. Vitaly Gayduk, creador de la Unión Industrial del Donbass y después ministro, participó en la red de inversiones inmobiliarias tejida en Reus

12 marzo 2022 19:00 | Actualizado a 13 marzo 2022 15:30
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El 9 de enero de 1998 se constituyó en Reus la compañía Suvadiva Mar Sociedad Limitada, de la que figuraba como administrador único el ciudadano ucraniano Vitaly Gayduk. Su actividad era la construcción de edificios no residenciales y el domicilio social estaba en la plaza Prim, número 2, dirección que coincidía con la oficina de un pujante promotor inmobiliario local.

Pese a que Gayduk era un personaje desconocido fuera de su país, excepto para los muy expertos en el turbulento devenir económico de la antigua Unión Soviética, su riqueza ya era relevante y su nombre figuraba entre los principales oligarcas ucranianos. Era una pieza clave del llamado clan de Donetsk.

La región del Donbass concentraba la industria pesada de origen soviético en la independizada Ucrania. Directivos de la era comunista, nuevos empresarios y aventureros de diverso pelaje se lanzaron a adueñarse de estas compañías a precio de saldo, una batalla que derivó en un baño de sangre con más de 50 asesinatos que siguen sin resolverse. Gayduk, que había ascendido en la administración regional a la vez que desarrollaba sus propios negocios, ideó la creación de la Unión Industrial del Donbass (UID), un conglomerado empresarial que empezó dominando el mercado del gas y el carbón y acabó haciéndose con toda la cadena de producción metalúrgica, desde el acero a la fabricación de maquinaria. Convertido en copropietario de la UID, Vitaly Gayduk abandonó su cargo en la administración para dedicarse a sus florecientes negocios y expandirlos más allá de su país.

La operación ‘Mármol Rojo’

La configuración de este holding industrial coincidió con el meteórico ascenso de Viktor Yanukóvich a la jefatura del gobierno del Donbass, y no falta quien atribuye ambos hechos a los mismos impulsores. El papel de Gayduk en estos acontecimientos reforzó su influencia y el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, lo designó viceministro de Energía en el año 2000 y ministro dos años después.

En razón a los equilibrios territoriales y contrapesos de poder de Kuchma, en 2002 concedió el puesto de primer ministro al clan de Donetsk, personificado en el prorruso Viktor Yanukóvich, que a su vez nombró viceprimer ministro a Gayduk, cargo que ostentó hasta 2003. Por entonces ya controlaba también varios medios de comunicación y la revista Forbes estimaba su fortuna en 1.700 millones de dólares.

Oligarcas, gas ruso, Donetsk, Donbass... eran términos que raramente aparecían en aquella época en los medios de comunicación, mientras que hoy monopolizan la actualidad informativa.

Las relaciones económicas del clan de Donetsk y su entorno con España no tardaron en levantar las sospechas policiales. Así, en junio de 2005 se desarrolló en Reus y otras ciudades la operación Mármol Rojo, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.

La Guardia Civil detuvo a 13 personas como supuestos artífices, testaferros, representantes y colaboradores de una red que habría blanqueado más de 100 millones de euros mediante la construcción y venta de hoteles, urbanizaciones y chalets en las costas de Almería (Vera, Mojácar) y Tarragona (L’Ametlla de Mar). Entre los detenidos figuraba Antonio Alonso, el promotor con oficina en la plaza Prim y entonces presidente y propietario del Club de Futbol Reus Deportiu –a quien los investigadores consideraban el cerebro inversor–, su esposa e hijos, ciudadanos ucranianos y asesores e intermediarios.

Bien como embrión, bien como ramificación de la trama, aparecía la sociedad creada por Vitaly Gayduk en Reus para vehicular sus inversiones inmobiliarias.

Diversos cargos políticos también fueron llamados a declarar y se incautaron decenas de cuentas bancarias en España y Andorra. La Guardia Civil llegó a relacionar el origen del dinero con «asesinatos, corrupción, sobornos, extorsión y bandidaje» en Ucrania y otros países del Este.

La instrucción del caso fue asumida después por el juez Baltasar Garzón, que acabó archivándolo en 2009 al no encontrar indicios de ningún delito. De la información acumulada, por la que los principales imputados pasaron largos meses en prisión preventiva, no se desprendían pruebas para acusar a nadie.

¿Y qué fue de Vitaly Gayduk? En 2006 fue designado secretario del Consejo de Seguridad Nacional, para después desvincularse de la política y de Ucrania y dedicarse a cuidar sus intereses, ya repartidos por el mundo.

Comentarios
Multimedia Diari