Salud
Todo lo que debemos saber sobre la peste porcina
Los primeros casos de peste porcina africana han llegado a la provincia de Barcelona, una pésima noticia para el sector porcino

Hasta la fecha no ha aparecido ningún cadáver fuera de la zona del brote de la peste porcina.
A finales de noviembre se confirmaron los primeros casos de peste porcina africana (PPA) en jabalíes en la provincia de Barcelona. La hipótesis más plausible sobre la entrada del virus apunta a restos de comida contaminada que llegaron a un jabalí. Sea como sea, el virus de la PPA ya está en España. Y eso es una pésima noticia para nuestro sector porcino. A continuación intentamos resolver las dudas que surgen sobre la naturaleza de esta enfermedad, qué medidas deben tomarse para controlarla y cuáles pueden ser las consecuencias de su expansión.
La causa de la PPA es un virus de ADN de gran tamaño, capaz de expresar unos 160 genes. Puede sobrevivir durante meses en restos orgánicos, como un jabalí en descomposición.
Su transmisión se produce principalmente por contacto directo con sangre o tejidos, lo que puede ocurrir cuando un jabalí consume restos cárnicos contaminados o a través de interacciones estrechas entre los animales. Una vez infectado, el ejemplar comienza a excretar el virus a los 3-4 días, y suele morir en unos 8-9 días, presentando fiebre alta y hemorragias internas. La mortalidad supera el 90%.
Lo primero que hay que hacer es dejar la zona cero razonablemente tranquila. Los jabalíes del área infectada acabarán muriendo todos de PPA, pero hay que definir bien sus límites. Cada cadáver encontrado será mapeado, recogido y enviado para análisis y destrucción. Esto tardará unos días. Una vez delimitado el perímetro, es clave evitar que salgan jabalíes infectados o restos contaminados, salvo para análisis y destrucción.
¿Habrá vacunas?
No a corto plazo. Las vacunas inactivadas y las de subunidades son muy seguras, pero poco eficaces, mientras que las vacunas vivas atenuadas –mucho más efectivas– aún necesitan importantes mejoras en seguridad.
En la zona infectada y sus alrededores no se puede cazar. El control de jabalíes, si es necesario, se hará de forma discreta para evitar movimientos de animales potencialmente infectados. Esta prohibición afectará a algunas sociedades de cazadores, que deberán buscar oportunidades en otras zonas.
El porcino representa el 17 % del PIB agrario y genera cerca de 300 000 empleos, muchos en zonas rurales. Si la PPA se limita a unas pocas comarcas y se controla en poco tiempo, las exportaciones podrán mantenerse, aunque haya un bajón inicial.
¿Y el futuro?
Nadie sabe qué ocurrirá a largo plazo. En los países bálticos, la PPA resultó fatal para los productores de porcino y redujo drásticamente la población de jabalíes, hasta niveles comparables a los de hace 20 años. En esa región, la cercanía de países poco transparentes y nada colaborativos, como Rusia y Bielorrusia, ha dificultado el control, y la enfermedad se ha vuelto endémica. Ahora, diez años después, las poblaciones de jabalí empiezan a recuperarse, pero la peste permanece. Aquí, en España, aún estamos a tiempo.