Sucesos

Quién era Charlie Kirk, el activista trumpista asesinado en Utah

El asesinato de Kirk ha reabierto el debate sobre la violencia política, el extremismo ideológico y el papel de las redes sociales en la creciente polarización de los Estados Unidos

Charlie Kirk, su mujer Erika Frantzve y sus dos hijos

Charlie Kirk, su mujer Erika Frantzve y sus dos hijosTwitter

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El asesinato de Charlie Kirk ha conmocionado al movimiento conservador estadounidense y ha reabierto el debate sobre la violencia política, el extremismo ideológico y el papel de las redes sociales en la creciente polarización del país. Kirk, fundador de la organización juvenil conservadora Turning Point USA, fue asesinado este miércoles durante un acto público en la Universidad del Valle de Utah, en Orem, EE. UU. Tenía 31 años.

Kirk creció en los suburbios de Chicago. Desde adolescente se presentó como un inconformista. En su instituto, de mayoría progresista, defendía el gobierno mínimo, las ideas económicas liberales de Milton Friedman y desafiaba a sus compañeros a justificar su entusiasmo por Barack Obama. Para él, ser conservador era un acto de rebeldía frente a lo que consideraba la ortodoxia de su entorno.

Pronto encontró su espacio en las reuniones del Tea Party, donde conoció a mentores que lo animaron a abandonar la universidad para dedicarse de lleno al activismo. En 2012, con solo 18 años, fundó Turning Point USA, una organización con la que prometía plantar cara al progresismo en los campus universitarios.

Debate, provocación y viralidad

Kirk saltó a la fama gracias a sus debates públicos en universidades, siempre acompañados de cámaras y posteriormente difundidos en redes sociales. Bajo una carpa con el lema Prove me wrong (Demuéstrame que me equivoco), invitaba a estudiantes a confrontar sus ideas sobre temas tan espinosos como el aborto, la inmigración o los derechos LGTBI.

En una de esas escenas, en la Universidad de California Riverside, un estudiante de biología aseguró que la vida empezaba con la conciencia y el habla. Kirk lo interrumpió: “Los bebés no hablan hasta que tienen un año, ¿si mato uno de seis meses estaría bien?”. El joven, acorralado, respondió “sí”. La multitud estalló y el video, titulado “Un estudiante justifica el aborto después de nacer”, se viralizó en cuestión de horas.

Ese estilo —combativo, provocador y diseñado para las redes— lo convirtió en una figura central del trumpismo. Para sus seguidores era un cruzado cultural; para sus detractores, un agitador que explotaba a estudiantes inexpertos para crear espectáculo político.

Un recaudador eficaz y aliado de Trump

Más allá del show mediático, Kirk se reveló como un organizador tenaz y un hábil recaudador de fondos. A lo largo de la última década consiguió cientos de millones de dólares de donantes republicanos para expandir Turning Point USA, que hoy está presente en más de 800 campus.

Durante las elecciones de 2024, Kirk fue clave para movilizar a jóvenes conservadores en estados decisivos. Diversos analistas atribuyen en parte a su influencia el giro del voto juvenil hacia Donald Trump, quien lo consideraba uno de sus aliados más leales.

Este 10 de septiembre, Kirk participaba ante unas 3.000 personas en un acto de su gira The American Comeback Tour. Mientras hablaba, recibió un disparo en el cuello desde un edificio cercano, a unos 200 metros del campus. Gravemente herido, fue trasladado al hospital en estado crítico y falleció horas después.

Legado ambivalente

Kirk deja tras de sí un legado ambivalente. Para sus partidarios, fue un líder visionario que desafió la hegemonía liberal en las universidades y movilizó a una generación hacia el conservadurismo. Para sus críticos, un provocador que exacerbó las divisiones con un estilo diseñado más para la confrontación que para el diálogo.

Casado con Erika Frantzve y padre de dos hijos pequeños, Charlie Kirk se presentaba como un defensor de la familia y de los valores evangélicos. Hoy, su figura se erige en símbolo de un país donde las ideas ya no solo se enfrentan en el terreno político, sino también, cada vez más, en escenarios de violencia.

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