GRÁFICO: Tratar la basura del contenedor gris, un gasto millonario para Tarragona
SIRUSA, la incineradora pública, recogió, en 2023, 113.000 toneladas, una cantidad que se reduce anualmente. La empresa creará una planta para separar residuos antes de gestionarlos

El operario maneja un pulpo para mover el resto en la fosa para que quede más homogéneo.
El Ayuntamiento de Tarragona se gastó el pasado año un total de 4.385.652,88 euros en tratar las 38.914 toneladas de residuos que se lanzaron al contenedor gris –la fracción resto–.
Esa basura va a parar a las instalaciones del Servei d’Incineració dels Residus Urbans S.A. (SIRUSA), la planta de valorización energética pública de residuos urbanos, que produce energía a partir de los desechos que llegan.
Esta ofrece sus servicios a los ocho ayuntamientos que forman la Mancomunitat per a la Gestió Integral de Residus, ente público propietario de SIRUSA: Tarragona, Reus, Cambrils, Vila-seca, Salou, Valls, Constantí y La Canonja. Además, también llega el resto de Cunit, del Consell Comarcal del Tarragonès y de alguna empresa privada.
Cada uno de ellos abona a la empresa tanto un impuesto –que luego la compañía transfiere a la Generalitat– como una tasa por cada tonelada de basura que se recibe en la planta incineradora.
«La cantidad de residuos se reduce cada año entre un 4 % y un 5 %», Andreu Gelpí, gerente de SIRUSA
Según los datos aportados, el consistorio tarraconense fue el que más toneladas generó y, en consecuencia, el que más pagó, algo lógico, pues es la localidad con más habitantes.
Además, se da el caso de que tanto el peso que llega como la cantidad que se paga incluyen las del municipio de La Canonja, ya que las toneladas no se facturan aparte.