Comienzan las negociaciones del Consejo de Ministros de la UE con el futuro de la pesca en Tarragona en juego

Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) continúan este jueves por la tarde negociando las posibilidades de pesca para 2026, en un encuentro que comenzó esta mañana en Bruselas y que podría prolongarse incluso hasta el sábado. España busca realizar cambios en la propuesta inicial de la Comisión Europea (CE) para las capturas en el Mediterráneo, considerando que el plan original de Bruselas carece de realismo.

En la negociación, los Veintisiete deben acordar las posibilidades de pesca tanto en las aguas comunitarias del Atlántico como en el Mediterráneo para 2026, y para algunas poblaciones atlánticas también se pactarán las capturas de 2027 y 2028. En el Mediterráneo, España, Francia e Italia trabajan juntas para lograr un posicionamiento común en defensa de los intereses de los pescadores.

El ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, calificó la propuesta de la Comisión para la flota española del Mediterráneo, que contempla salir a faenar solo 9,7 días al año, como “de otro planeta” y aseguró que España intentará conseguir más jornadas que el año pasado. Esta reducción del 64 % frente a los 27 días de 2025 ha generado preocupación, ya que también pone en jaque el futuro de la pesca en Tarragona, una de las principales zonas afectadas por estas limitaciones.

Planas recordó que la cifra de días de pesca puede elevarse si se aplican medidas respetuosas con el ecosistema marino, como el uso de redes específicas de menor impacto. Sin embargo, el mecanismo de compensación propuesto para 2026 exige aplicar todas las medidas para alcanzar más de 100 jornadas por barco, a diferencia de lo pactado en 2025.

Este año, España concedió trece días adicionales a la flota mediterránea durante la campaña de Navidad, lo que permitió a los 557 barcos de arrastre alcanzar un total de 7.339 días anuales de faena, equivalente a unas 143 jornadas por buque. Planas afirmó que luchará para lograr más días de pesca que el año pasado, protegiendo así tanto la actividad económica como la sostenibilidad del sector, clave para la costa de Tarragona.

Por otro lado, las propuestas para el Atlántico generan menor preocupación, manteniéndose las cuotas de especies como la merluza sur. No obstante, España sigue trabajando para resolver problemas relacionados con el abadejo y la cigala del Golfo de Cádiz.