La perrera recoge una media de un animal al día durante el verano en Tarragona
El año pasado el establecimiento municipal recogió 341 animales en la ciudad

Pongo, el perro de la
En la foto de Facebook aparece un pequeño perro en una jaula que mira a la cámara. Le acompaña el texto «En el Centre de Recollida i Acollida d’Animals Municipal de Tarragona (CRAAMT) hay 21 perros que esperan que los vengan a buscar. Como éste. ¿Es vuestro? ¿Lo habéis perdido?».
Tal como sucedió en este caso, la perrera recogió el año pasado 341 animales. La media durante los meses de verano fue de uno al día, pero no hay que engañarse, las cifras se comportan parecido durante todo el año con algún repunte, como el de diciembre, cuando hubo 43 recogidas.
La tendencia es similar en España, tal como aclara el estudio Abandono y Adopción de Fundación Affinity, el más completo a falta de cifras oficiales, que subraya que el abandono de perros mantiene estable a lo largo del año mientras que en el caso de los gatos hay un pico en el segundo trimestre al coincidir con el ciclo natural de reproducción.
En Tarragona, una vez un animal llega al CRAAMT se comprueba si tiene microchip para ubicar a su dueño en caso de que se haya perdido. Si no tuviera, deben permanecer en el centro, ubicado en el Polígono Industrial Riu Clar, 20 días para que se considere abandonado. Después de este período se puede dar en adopción o pasar a la protectora, una entidad que está en el mismo recinto, aunque de gestión independiente a cargo de voluntarios. Desde el ayuntamiento aclaran que «Sólo se sacrifican los animales enfermos, muy graves o muy agresivos».
Sin pasar por una jaula
Pero no todos los animales abandonados siguen el mismo camino. En Tarragona, por ejemplo, trabaja la Asociación Grup Acollides I Adopcions d’Animals Tarragona, GAIA (www.gaiatgn.com) que ha organizado una red de casas de acogida para atender a los animales abandonados mientras se encuentra una familia que les adopte.
Apunta Meritxell Salomó, presidenta de la entidad, que actualmente tienen una docena de casas colaboradoras aunque en varias hay más de un animal. Es una red que da un gran apoyo, pero no llega para atender a las 4 o 5 peticiones de ayuda que reciben cada día.
Aunque reconoce que en verano hay cierto repunte, su percepción es también que el abandono se prolonga durante todo el año. Considera que ahora la gente «mira menos para otro lardo» cuando, por ejemplo, se encuentra con un perro abandonado o herido algo que, lamentablemente, sucede más en el caso de los gatos.
Menos por tema económico
En los casos en que es el propio dueño el que decide desprenderse del animal, explica, recientemente se ven menos casos de personas que aleguen una situación económica crítica, aunque sí hay muchas que refieren que tienen que trasladarse de ciudad o, incluso, de país. «Nos toca hacer educación», explica, porque muchas veces lo que parece un motivo para deshacerse del animal no es más que un estigma, como por ejemplo el hecho de quedarse embaraza.
Cristina García, secretaria de la entidad, explica que lo que sí han recibido recientemente son casos muy críticos, como el de Pongo, el perro de la foto, que fue rescatado en estado de desnutrición y total abandono junto a otra perrita. Pesaba menos de 30 quilos cuando es un perro que debe pesar unos setenta. Ahora su nueva familia, Xavi y Anna, que le han adoptado, le están ayudando a recuperar su estado de salud y peso.
Explica Salomó que para convertirse en una casa de acogida «no hacen falta más que las ganas», ni siquiera es necesario haber tenido mascotas porque los miembros de la entidad ofrecen toda la orientación. La entidad se hace cargo, gracias a las aportaciones de los socios y otras colaboraciones, de la comida del animal y de las revisiones veterinarias mientras dura la acogida.
Su otra misión es conseguir emparejar lo mejor posible a animales y adoptantes. Con la idea de que la relación sea exitosa se miran factores como el tamaño del perro, su carácter y edad, lo mismo que las características de personalidad, forma física y edad de la persona que adopta.