El antropólogo Xavier Prats, investido nuevo doctor honoris causa
El nuevo doctor honoris causa de la URV es un convencido defensor de la igualdad de género

Prats abraza a la rectora Maria José Figueras. A la izquierda el padrino Francesc Xavier Grau.
«Lamentablemente, por el solo hecho de recibir esta distinción ya he aportado algo a la URV. Lamentablemente es una aportación negativa: aumento la infrarrepresentación de las mujeres».
La frase la pronunciaba ayer Xavier Prats Monné durante su investidura como doctor honoris causa por la Universitat Rovira y Virgili. De hecho con su nombramiento llegan a 43 las personas distinguidas con este título. De ellas sólo 4 son mujeres.
Prats, quien se autodefine como un apasionado de la educación, es tarraconense de nacimiento y se desempeñó como director general de Educación y Cultura de la Comisión Europea. En la misma comisión fue, hasta el año pasado, director general de Salud Pública y Seguridad Alimentaria. Actualmente es asesor de la organización Teach For All, con presencia en 48 países, entre ellos España, donde tiene el nombre de Empieza por Educar.
«A principios del siglo XX, el 75% de las mujeres catalanas eran analfabetas. Hoy, un siglo más tarde, el 75% de las alumnas de Medicina son mujeres», explicaba Prats aunque llamaba a no perder de vista que la educación no deja de ser también un reflejo de la desigualdad de género que se da en la sociedad.
Justamente ese fue uno de los aspectos que destacó la rectora Maria José Figueras en la rueda de prensa previa al acto: el compromiso de Prats con la igualdad. Recordó que, de hecho, cuando fue nombrada rectora, pidió a sus compañeros que le propusieran mujeres para los próximos doctores honoris causa.
Francesc Xavier Grau, padrino del doctor en la laudatio explicaba, por su parte, que «necesitamos constructores como Xavier Prats, que sepan hacer evolucionar la sociedad, las instituciones, las universidades».
Prats se refirió durante su intervención al hecho de que Europa, según su percepción, ha perdido la fe en el poder transformador en educación.
La era del escepticismo
En su opinión el gran reto de los docentes ahora no es transmitir conocimientos a sus alumnos en un tiempo en que los jóvenes tienen acceso abundante e ilimitado a la información, sino darles herramientas para discernir de forma crítica sobre toda esa información en tiempos de noticias falsas. «La educación tiene un propósito todavía más urgente: defender la libertad intelectual y la democracia».
Pero para poder cumplir esa misión, aseguró, hace falta contar con recursos y financiación. En este sentido recordó que en Brasil, Costa Rica, Sudáfrica y Corea del Sur se dedica un porcentaje mucho más alto del PIB que en la media europea. Aclaró, no obstante, que «cuando se trata de educación el dinero no lo es todo y muchas mejoras solo dependen de la voluntad política».
En lo que se refiere a la universidad destacó que tiene un rol importante en la transformación de la educación y para eso reclamó que tenga «una voz en el debate público más presente y más amplia». En su opinión la universidad tiene que ofrecer a la sociedad un servicio fundamental, y Prats propone que sea de por vida: «¿Por qué otorgar solo un título cuando lo que necesitan los ciudadanos es una suscripción vitalicia para tener acceso al conocimiento que ofrece la universidad?», se preguntó.