La Diputació planea que la Savinosa sea un ‘hub’ cultural con inversión 100% pública

El futuro de la Savinosa pasa por la cultura y la educación. Según ha podido saber el Diari, los contactos entre partidos para buscar una salida al abandono en el que se encuentra la finca desde 1976 están avanzados, hasta el punto de que las cuatro formaciones con representación en el pleno de la Diputació (ERC, PDeCAT, PSC y Ciutadans) esperan concretar una primera propuesta técnica antes de acabar este mandato municipal, en mayo de 2023.

Las negociaciones entre los representantes políticos se llevan a cabo en el marco de la comisión creada ad hoc en la propia institución supramunicipal –así como con el Ayuntamiento de Tarragona– y, según las fuentes consultadas, ya se ha llegado a un principio de acuerdo sobre dos puntos clave. El primero es que el recinto –de 43.000 metros cuadrados de superficie– sea un hub cultural-educativo. El segundo aspecto es que la inversión sea 100% pública, principalmente por parte de una Diputació que es la administración que puede presumir de tener unas cuentas más saneadas, ya que no arrastra deuda bancaria. Pese a ello, también se espera contar con financiación por parte de la Generalitat de Catalunya y de la Unión Europea (UE). En este sentido, cabe destacar que otra novedad es que se descarta externalizar el uso del espacio, como sí que se preveía en el anterior proyecto presentado en 2019, antes de la anulación del Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) de la ciudad por parte del Tribunal Supremo. A raíz de ello, ahora la ejecución no dependería de la aprobación del nuevo POUM porque en estos momentos lo que manda son las normas subsidiarias urbanísticas, según las cuales la calificación de la finca es de «equipamientos».

Apuesta educativa de futuro

En las últimas reuniones de la comisión del ente provincial se han puesto sobre la mesa varias opciones para cumplir con la normativa urbanística vigente. Las alternativas planteadas pasarían por trasladar a la Savinosa las dependencias de la Escola d’Art, que desde hace décadas está en unas instalaciones de 4.500 metros cuadrados situadas en la Zona Educacional. También se valora trasladar el Conservatori de Música, que ahora se encuentra en la Casa Montoliu de la calle Cavallers de la Part Alta de la ciudad. Asimismo, también se ha abordado la posible mudanza del Museu d’Art Modern –situado en el Casc Antic– así como la construcción de un nuevo auditorio.

La idea de consenso es que las actuaciones que se acuerden no comporten usar el 100% de la edificabilidad permitida –que es de unos 10.000 metros cuadrados–, a la vez que se «habilitaría un edificio singular que sería «respetuoso» con el «patrimonio catalogado y sin perder zona verda», apuntan las fuentes consultadas, las cuales destacan que el hecho de que la inversión necesaria sea asumida por parte de la Diputació «nos libra de polémicas» surgidas durante los últimos años, como el hecho de reservar un importante espacio para el uso privado, como podría ser el hotelero. De hecho, según el proyecto presentado en febrero de 2019 –a tres meses de las Municipales–, la previsión era la de incrementar la edificación de los 10.000 a los 24.000 metros cuadrados, con un techo máximo de 8.171 para el hotel, que habría ubicado en el centro de la finca.

Asimismo, se descarta empezar por «pequeñas actuaciones», como sería la de la retirada de la valla perimetral para ampliar la zona del camino de ronda. De esta forma, se rechaza la moción aprobada el pasado mes de febrero por el Saló de Plens de la Plaça de la Font, que a raíz de una propuesta de Junts per Tarragona acordó solicitar a la Diputació la apertura «inmediata» de todo el perímetro del complejo, «con independencia de la decisión final sobre el futuro del conjunto de los edificios de la finca», según se indicó en la moción aprobada por JxTGN, ERC, CUP, PSC, ECP y de los concejales no adscritos, así como las abstenciones de Cs y PP

«Impacto territorial»

Pese a no querer concretar nada de las negociaciones, la presidenta de la Diputació –Noemí Llauradó (ERC)– sí que asegura que pese a la supresión del plan urbanístico de Tarragona, el ente provincial «no ha parado de trabajar» para poder materializar «una propuesta que no tenga solo el abasto territorial de la ciudad, sino que tenga impacto en el conjunto de la demarcación». La máxima representante de la institución con sede en el Passeig de Sant Antoni recalca que «vamos de la mano del Ayuntamiento y de la Generalitat», a la vez que reitera que «confiamos en el trabajo que se realiza desde el consenso», por lo que espera «ver alguna acción» concreta en los próximos meses.

Pese a evitar entrar en el contenido de las conversaciones con el resto de partidos, Llauradó sí que marca dos líneas rojas. Por una parte, «preservar las sabinas, con todos los trámites necesarios de gestión ambiental en el entorno», ya que «tenemos sensibilidad con el medio ambiente». Asimismo, la presidenta también apuesta por «abordar con la mayor sostenibilidad natural» la «accesibilidad por el entorno de la finca». Por su parte, el vicepresidente del ente, Quim Nin (PDeCAT), asegura «estar contento porque se trabaja con rigor tras la posición del Ayuntamiento y la anulación del POUM».

Desde la oposición, Josep Fèlix Ballesteros (PSC) lamenta que «es una lástima que se hayan perdido tres años miserablemente cuando en 2019 había un proyecto», a la vez que se mostraría partidario de que el espacio sea un equipamiento público «que dé servicio a la ciudad». Finalmente, Pere Lluís Huguet (Cs) prioriza «encontrar una solución ante la situación actual» y anuncia que «apoyaremos la propuesta que se presente» pese a mostrar dudas «por el mantenimiento de futuro de esta finca tan grande».