El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
La ciudad de Tarragona no sale precisamente beneficiada por la entrada en funcionamiento del nuevo tramo del Corredor del Mediterrani Vandellòs-La Secuita. De hecho, puede sufrir una importante pérdida de servicios con su puesta en marcha, quedando relegada a los servicios de cercanías y media distancia.
La incógnita en estos momentos es saber qué pasará con los convoyes de largo recorrido, es decir, los Talgos y Euromed que enlazan Barcelona con València, con parada en Tarragona. En total son hasta 28 los trenes que realizan a diario esta conexión, una cifra que podría reducirse drásticamente a partir del primer trimestre del año que viene.
El nuevo escenario garantizará reducir en hasta 35 minutos el tiempo de viaje entre la segunda y la tercera ciudades del Estado. Es uno de los aspectos que destacó durante su visita el sábado de la semana pasada la ministra de Fomento, Ana Pastor. Y esta voluntad de mejorar las conexiones entre Barcelona y València hace que las ciudades intermedias queden en una segunda posición.
Más aún cuando, como es el caso de Tarragona, la vía no pasa por el centro de la ciudad, sino que estos trenes circularán por la línea del AVE Madrid-Barcelona, hasta la estación de Camp de Tarragona. A partir de ahí, y tras realizar la operación del intercambio de anchos, éstos podrán continuar en dirección sur, sin necesidad de entrar al cul de sac en el que queda Tarragona. Pese a ello, se está construyendo un acceso que permitirá que estos trenes entren desde Perafort, pero que supondrá una importante pérdida de tiempo.
Los primeros en alertar de esta situación fueron los representantes de las plataformas en defensa del ferrocarril. En este sentido, Daniel Pi, portavoz de Promoció del Transport Públic (PTP), asegura que «Tarragona quedará absolutamente desvinculada y lejos de tener un buen servicio de trenes». Pi argumenta que «con estas obras nos estamos cargando la relación razonable Barcelona-Tarragona- Salou- Cambrils- Tortosa. El nuevo tramo no nos beneficia, sino que nos perjudica».
Con un total de dos millones de viajeros anuales, la estación de Tarragona no se verá beneficiada por la inclusión al Corredor del Mediterrani. Por ello, el portavoz de la PTP en el Camp de Tarragona apunta que «hay que hacer algo para enmendar esa situación».
Reus tampoco gana
Un punto de vista que comparte el portavoz de la Plataforma per la Defensa d’un Ferrocarril (Pdf.Camp), Carlos Montejano, quien pone de manifiesto que «Tarragona quedará desdibujada y Reus también». Y es que la capital del Baix Camp no perderá servicios pero tampoco podrá aprovecharse de esta inversión. En este caso, la vía tampoco pasa por el centro de su ciudad y, de momento, la nueva estación intermodal tan solo es la voluntad de un Gobierno que durante cuatro años no se había pronunciado y que, estando en funciones, afirmó que el proyecto seguirá adelante cuando lo situación económica lo permita.
El operador Renfe ha asegurado que «es temprano aún» para hablar de cómo quedará definido el servicio con la entrada en funcionamiento de la nueva vía. La empresa pública apunta que no quiere perder la plaza que representa Tarragona, ya que esta estación suma una cifra considerable de usuarios.
Una de las opciones es que se refuerce la línea con convoyes lanzadera directos desde Barcelona a València y que el servicio actual se reordene en función de la demanda y de la capacidad de la nueva vía.
En todo caso, la puesta en servicio de una nueva ruta se hace de forma conjunta entre el Ministerio de Fomento, Adif y Renfe, y no se concreta hasta que la obra está concluida.
¿Trenes más puntuales?
Pero, ¿puede mejorar esta pérdida de servicios la situación de una vía saturada que origina problemas de impuntualidad a diario? Este es otro de los interrogantes que quedan en el aire. Si hay menos circulaciones en la línea de costa entre Tarragona y Barcelona se abre la puerta a la mejora del servicio de media distancia.
Daniel Pi reconoce que «no habría tanta saturación». Pese a ello explica que «los horarios están programados de tal forma que los Euromed salen tres minutos antes de Sants que los Regional Express. Normalmente los primeros abren camino. Estás abriendo unos surcos y siempre es bueno, porque puede aportar un poquito de oxígeno. Pero no debemos perder de vista que los problemas vienen porque la entrada a Barcelona está saturadísima».
Y el panorama podría complicarse aún más si definitivamente se instala el tercer carril en la línea de costa desde Castellbisbal a Vila-seca, tal y como está previsto. «Estamos viendo a diario los problemas en el servicio que están ocasionando las obras que ya se están ejecutando en el tramo València- Castelló. El tercer carril no es la solución, sin olvidar que comporta limitaciones de velocidad de 80 km/hora», argumenta por su parte Carlos Montejano.
¿Interconexión sí o no?
La única forma de volver a situar Tarragona en el mapa y conseguir que Reus también esté pasa por tirar adelante la interconexión de vías de forma que, desde las estaciones actuales los trenes puedan seguir por la línea de costa en velocidad alta e incorporarse al AVE Madrid-Barcelona. Sin embargo, había diferencias sobre si era mejor que esta incorporación se hiciera en La Granada o L’Arboç, e incluso Fomento abrió la puerta a que ésta no se hiciera, porque no veía una rentabilidad económica y social.
Desde que se hizo público el informe en el que se apuntaban las diferentes opciones, no se ha dado a conocer una resolución. Incluso se estaría barajando la posibilidad de que la interconexión finalmente fuera en Altafulla. No obstante, Carlos Montejano es escéptico y considera que, desde el punto en que Fomento llegó a cuestionar esta inversión hay que temer que no seguirá adelante. «Necesitamos trenes que se llenen de viajeros», defiende el portavoz de la Pdf.Camp.
