Costa

El ‘negro de Banyoles’ y el doctor de Cambrils que logró sacarlo del museo

El documental ‘El negre té nom’ revisa la historia del hombre africano cuyo cuerpo disecado se exhibía en el Museu Darder. Y también la del médico que luchó por darle digna sepultura. Se estrena este lunes 2 de junio en el FIC-CAT de Roda de Berà

Durante décadas, el Museu Darder exhibió el cuerpo disecado de un hombre africano conocido como el ‘negro de Banyoles’.

Durante décadas, el Museu Darder exhibió el cuerpo disecado de un hombre africano conocido como el ‘negro de Banyoles’.Foto: P. Ferré/DT

Mónica Pérez
Publicado por

Creado:

Actualizado:

¿Recuerdan la historia del llamado ‘negro de Banyoles’? Un hombre africano cuyo cuerpo fue disecado y expuesto al público como una pieza más, ataviado con una lanza y un taparrabos, en el Museu Darder de Banyoles hasta 1997, hace menos de 30 años.

Un doctor haitiano arraigado en Cambrils, Alphonse Arcelin, puso fin a la barbarie: escribió al alcalde y comenzó una batalla de repercusión mundial para repatriar el cadáver a Botswana. Banyoles se oponía a retirarlo. Intervinieron desde Jordi Pujol hasta la ONU. Y Arcelin lo consiguió, aunque la justicia le reclamó las costas.

El documental El negre té nom, de Fèlix Colomer, ahonda ahora en la identidad de aquel hombre. Se estrenará mañana, lunes 2 de junio, a las 18 horas, en el Teatre Casino Municipal de Roda de Berà, dentro de la 17ª edición del Festival Internacional de Cinema en Català, el FIC-CAT.

Amigos y familiares del médico aparecen en la cinta, que analiza también documentación de los hechos y «todo el revuelo que se formó en la época, la reacción que tuvo la ciudadanía de Girona» y de qué forma lo vivió el entorno de Arcelin, que falleció en 2009, a los 73 años, en Cuba, donde entonces residía.

«Explicamos cómo fue aquella lucha, cuál era el objetivo, por qué lo hizo mi padre... para que no caiga en el olvido», apunta la hija del médico, Hélène Arcelin, que en aquellos tiempos era una adolescente. El doctor, cuenta ella, «era muy reservado, se lo quedaba todo para él y mantenía al resto al margen». «Y era también», prosigue, «muy inocente», así que «se aprovecharon de eso y le engañaron».

«Él tenía una cosa muy clara: quería que aquel señor del museo se enterrase donde le correspondía», precisa Hélène. En sus recuerdos de joven aparece Alphonse «agobiado, escribiendo muchas cartas, haciendo llamadas...». Y también «las amenazas y los insultos que recibió», y que «acudió a llevar un ramo de flores».

La identidad revelada

«Mi padre era una persona pública, le hacían entrevistas, pero llevaba el sufrimiento por dentro. Seguramente hubo muchas cosas que no nos contó o lo hizo solo parcialmente. De lo que yo sí fui consciente es de que él se sentía muy firme en su batalla y estaba totalmente seguro de ello», añade Hélène. «Siempre nos dijo que lo volvería a hacer. Tal vez con otro tipo de garantías, porque a veces se encontró bastante solo», rememora.

Con la perspectiva que le da el tiempo, Hélène analiza lo que logró su padre: «Le admiro y se lo cuento a mis hijas. Cuando uno tiene unos ideales, vale la pena pelear por ellos, evidentemente. Aunque se tratase de una persona que, por decirlo de alguna manera estaba muerta, era una lucha por la dignidad de alguien, de que se pudiese enterrar, y por los derechos».

«Sé que hay gente que no lo recuerda y quizá quienes no son de origen diverso no le dan la importancia que tiene. Pero imaginemos que cogen a cualquier familiar nuestro, lo vacían y lo exponen como un animal. Si pensamos eso, no dudamos», añade la hija de Alphonse Arcelin.

Con el paso de los años, «supimos que aquel hombre no era de Botswana» y «Fèlix (Colomer) ha hecho todo el recorrido de sus orígenes, incluso ha viajado, y ha descubierto cosas que sorprenderán». «La identidad se ha conocido», expone Hélène, y el documental la revela. La película aspira a ser «un espejo incómodo de nuestra memoria reciente».

El médico cambrilense Alphonse Arcelin.

El médico cambrilense Alphonse Arcelin.Foto: DT

tracking