Historia
VÍDEO. Así se hizo el monumento a los castellers de El Vendrell
Este martes se cumplieron 30 años del traslado de la obra del margen de la N-340 al centro histórico

Cañas trabajando en el monumento a los castellers en su taller.
El monumento a los castellers, obra del escultor de Banyeres del Penedès, Josep Cañas (1905-2001), y que está en una de las entradas al núcleo histórico de El Vendrell, no siempre estuvo ese emplazamiento.
Este jueves se cumplieron 30 años del traslado de la obra, que estaba junto a la N-340m y que se llavó entrada del centro histórico.
La obra representa un Quatre de vuit y es una pieza simbólica. No solo por su homenaje a los castellers, una de las pasiones de Cañas. Sino porque para su finalización colaboraron los vecinos.

La base del monumento durante su colocación.
En la historia de la obra participa Pau Casals, la Unesco... y eso que Cañas, en un arrebato, amenazó con desmontar lo hecho y tirar las piedras por la montaña.
La idea
La historia arrancaría en 1935. Cañas en su taller de Barcelona tenía una obra en yeso de siete metros que representaba un castell. Ese año el escultor coincidió con Pau Casals en Gran Bretaña.
El escultor había ganado una beca de la Generalitat para ir al British Museum y Casals realizaba una gira. Cañas explicó al músico esa obra y Casals le animó a tirar adelante y que podrían colaborar.

Los castellers levantaron un castell cuando se colocaron las primeras piezas de la obra.
La Guerra Civil frenó todo proyecto. Casals no regresó a Catalunya, pero envió una carta a Cañas agradeciéndole ese homenaje casteller. Los castells y la colla Nens del Vendrell eran una de las pasiones de Pau Casals.
La Unesco
Cañas se dedicó tras la Guerra a crear el Pilar de cinc en Vilafranca y del Monument a la sardana en Montjuic. El constructor Frijola conoció el proyecto del monumento a los castellers y lo transmitió a miembros de Amigos de la Unesco, en el que había opositores al régimen de Franco como Gasulla, Casanovas o Heribert Barrera.

La inauración de la base del monumento
ese monumento a los castellers de Cañas debía ser todo un símbolo.
El escultor fue llamado porla alcaldía de El Vendrell porque el gobernador de Tarragona quería impulsar un recuerdo a los castellers y financiaría parte de la acción.
Amics de la Unesco pagó otra parte y Cañas realizó 25 reproducciones en bronce que se subastaron. La obra iba a ser la unión «en la que se juntan idearios diferentes en un sueño de convivencia».
Piedras de Ulldecona
Con piedras de Ulldecona el monumento a los casfellers de Josep Cañas comenzaba a levantanrse. El artista señaló que iría allí donde acaba el término de El Vendrell. En 1969 la la pinya y medio cuerpo de los primeros castellers quedaron montados.

El monumemto una vez acabado
Para la inauguración de esa primera parte en la tribuna Gasulla, representante de la Unesco, hizo un parlamento en catalán, de los primeros en público y junto al gobernador, el presidente de la Diputación y alcaldes. Gasulla habló de derechos humanos y libertades.
El parón
Pero la obra sufrió un parón que indignó al escultor. Entre otras contrariedades se clausuró el local de Amics de la Unesco.
Cañas y sus amigos el doctor Sarró y el historiador Ràfols, visitaron al gobernador civil de Barcelona, Garigano Goñi, para levantar la clausura. No se logró. El escultor temía no poder acabar el monumento. «El corazón se le encogía. La voluntad flaqueaba al llamar a puertas que no respondían», recordaba el tutor de Cañas, Joan Jané.

El monumento a los castellers de El Vendrell.
Resignado, Cañas amenazó con cargar camiones y lanzar las piedras esculpidas por la montaña del Ordal. La amenaza alertó a a colla Nens del Vendrell que se ofreció a colocar las piezas que faltaban para completar la obra.
Los cuatro pisos restantes no pudieron colocarse hasta 1973.
En junio de 1976 el monumento pudo coronarse. Los amigos de El Vendrell habían impulsado una inauguración. En El Vendrell muchos recuerdan la fuerte represión de los grises. Incluso el alcalde Recasens dimitió. Llegaba el momento de la inauguración pero el gobernador dijo que no podía acudir. Tampoco había alcalde.
Fueron los castellers y el pueblo quienes cortaron la cinta. Cuando Cañas vio en lo alto el enxaneta de piedra se emocionó. Entre lágrimas exclamó: Ahora ya me puedo morir.
El traslado del monumento a su actual emplazamiento se hizo para darle una mayor relevancia. Hace unos años se sometió a na limpieza de la piedra para eliminar los hongos que habían afectado a la piedra.