Queja vecinal
Massos de Coma-ruga, demasiada oscuridad
Los vecinos denuncian la falta de iluminación que reclaman hace años y temen el impacto de una nueva supeerficie comercial

Una de las calles de Massos de Coma-ruga
Llevan años denunciado la situación en la urbanización de Massos de Coma-ruga, en El Vendrell. «Peticiones, reuniones y comunicaciones que no han tenido respuesta», lamenta la presidenta de la asociación de vecinos Nirvana I-Masos de Coma-ruga, Pepi Mercadé. Y temen que la situación se alargará.
Pepi Mercedé es presidenta de la Associació Nirvana I-Masos de Coma-ruga, que representa dos islas de casas correspondientes a las calles Santa Isabel y Arc Iris.
Esta asociación es diferente de la de Veïns dels Masos i Nirvana (de toda la urbanización: Masos 1, 2 y 3 y Nirvana) que preside Xavier Robert con 200 vecinos.
Los vecinos de Nirvana I-Masos de Coma-ruga señalan a dos prioridades. Destacan la iluminación insuficiente, que comporta una sensación de inseguridad en una zona principalmente de viviendas unifamilares y que durante gran parte del año tiene poca población..
Las protestas ya comenzaron hace un par de años por una serie de robos y ocupaciones de viviendas por lo que reclamaron que, por lo menos, se dotase a la zona de más iluminación.
Bajas y poca intensidad
Los vecinos de esa zona explican que «una de las calles tiene farolas nuevas, pero no han acabado la obra. Son farolas bajas de led que dan menos luz que las anteriores».
En otra calle, señalan, «pese a haber cambiado algunos puntos de luz no se han duplicado como se debería y la iluminación ha empeorado. Hay vecinos que no pueden ver ni la cerradura de la puerta por la noche».
La asociación vecinal lamenta que no se hayan cumplido las promesas de mejora del Ayuntamiento, por lo que llevarán el caso al Síndic de Gruges «porque nos hemos quedado sin otra vía para defender la dignidad, la seguridad y el derecho básico a una iluminación justa».
Superficie comercial
La entidad vecinal lamenta otra situación con la que se van a encontrar y es la implantación en el núcleo de otra superficie comercial contra la que ya han realizado movilizaciones.
Explican que sería un nuevo supermercado que será el tercero «en menos de 100 metros en un barrio residencial, tranquilo y que ni necesita ni pide este tipo de infraestructura».
Pepi Mercadé, explica que ese proyecto está basado en un plan parcial de hace más de 50 años por lo que «no necesitaría informes de Urbanisme de la Generalitat porque es una licencia directa que concede el Ayuntamiento» y en un planeamiento urbanístico que hace 24 años que no se revisa.
Salida a la N-340
Además del impacto de ruido y movimiento de camiones y vehículos, los vecinos señalan que para hacer accesible a la que será nueva superficie comercial se ha propuesto eliminar la única salida directa de la urbanización a la carretera N-340 lo que consideran un peligro para la movilidad en situaciones de emergencia por si hay que desalojar la zona.
Los vecinos piden que bomberos, Protección Civil, Agència catalana de l’Aigua y los departamentos de medio ambiente y de movilidad emitan informes sobre el proyecto que también llevarán al Síndic de Greuges, destacando que el solar en el que está prevista la superficie comercial es residencial.
Lamentan que el Ayuntamiento desoiga sus propuestas por o que temen que no tendrán una solución