Una escopeta con balas de veneno, el método de Cambrils para acabar con los nidos de avispa velutina

Este martes 30 de diciembre, se llevó a cabo la neutralización de un nido de avispa velutina en el Vial del Cavet en Cambrils, utilizando el procedimiento habitual para este tipo de situaciones. Sin embargo, la imagen resultó más que curiosa: un hombre con un traje similar al del Juego del Calamar disparando una escopeta contra el nido de velutinas.

Se trata de un rifle, similar al de paintball, que dispara proyectiles compuestos por bolas congeladas que contienen veneno. Este veneno, una vez disuelto dentro del nido, mata a los insectos y colapsa la colonia. Según ha explicado el concejal de Medioambiente del Ayuntamiento de Cambrils, Enrique Arce, el nido "no estaba muy poblado", ya que las avispas suelen ser más activas en otras épocas del año y el frío de estos días ha reducido su número. A pesar de ello, el veneno cumplió su función y, tras varios disparos, el nido quedó inutilizado.

Este método, que se emplea cuando el nido está en una zona inaccesible, disminuye los riesgos para los operarios. Solo se necesita un trabajador para llevarlo a cabo, y este tiene un contacto mínimo con el veneno, ya que los residuos tóxicos que quedan en el aire una vez disparado son prácticamente nulos. En los casos en que el nido es accesible, se puede retirar manualmente, pero debido a que este nido estaba ubicado a gran altura, se optó por el uso del rifle especializado. También se pueden utilizar pértigas o trampas para capturar a las reinas.

“Este procedimiento no es algo nuevo, simplemente queríamos mostrar cómo funciona y cómo garantizamos la seguridad”, asegura el concejal, quien recuerda que solo se retiran los nidos que se encuentran dentro del núcleo urbano.

La avispa velutina

También conocida como avispa asiática, es una especie invasora originaria del noreste de Asia que ha causado gran preocupación en Europa, especialmente en España. Es de gran tamaño, con un cuerpo oscuro y patas y abdomen de color naranja.

Aunque no son especialmente agresivas con las personas, pueden picar si se sienten amenazadas o si alguien se aproxima demasiado a su nido. Aunque su picadura no es tan dolorosa como la de otras especies de avispas, puede ser peligrosa, especialmente para personas alérgicas. En la mayoría de los casos, la picadura provoca dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona afectada. Sin embargo, si alguien es alérgico al veneno de la avispa, puede sufrir reacciones más graves, como dificultad para respirar o shock anafiláctico, lo que requiere atención médica urgente.