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La pequeña Abril Vidal, de Cambrils a la cuna de la danza

La bailarina Abril Vidal, de 10 años, ha sido aceptada en una de las escuelas de danza más prestigiosas del mundo, en Stuttgart. Su familia se trasladará allí en septiembre para aprovechar esta oportunidad

Abril Vidal domina especialmente la danza clásica. Ahora continuará sus estudios en Alemania.Foto: cedida

Mònica Just
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Abril Vidal, alumna del Centre de Dansa de Cambrils, iniciará una nueva etapa en la cuna de la danza. A sus diez años, la joven bailarina ha sido aceptada en una de las escuelas más prestigiosas del sector, la John Cranko Schule de Stuttgart. Su familia se instalará allí después del verano para aprovechar esta oportunidad. Las clases comenzarán el día 12 de septiembre.

Según explica la que hasta ahora ha sido su profesora en la escuela cambrilense, Silvia de Haro, «es una niña que aprovecha mucho el tiempo en clase y tiene un nivel excepcional». El año pasado recibió una beca para el Russian Masters Ballet Camp, y hace un par de meses la llamaron desde allí para decirle que su nivel era muy alto, por lo que le propusieron llevarla a una escuela de más prestigio a nivel internacional.

Estuvieron valorando varias propuestas, entre las que estaba la American Ballet, la Academia Vaganova de Rusia o la escuela de danza de París. Finalmente decidieron probar suerte en Alemania. «Abril hizo las pruebas y la aceptaron. Podía entrar en dos grupos y entra becada en el primer grado, para alumnos de 10 y 11 años», explica de Haro.

Después del verano, pues, la joven bailarina y su familia se mudarán a Alemania para que pueda estudiar danza en el prestigioso centro de Suttgart, donde además podrá seguir adelante con sus estudios y dar un paso muy importante para su futuro profesional. Y es que tiene una escuela adjunta y la danza está plenamente integrada en su modelo educativo, como una asignatura más.

Silvia de Haro se muestra entusiasmada. «En el centro nos hace muchísima ilusión y supone un gran orgullo para nosotros ver que una alumna que ha dado sus primeros pasos en Cambrils pueda llegar a abrirse estas puertas. Es un tren que no puede dejar perder».

Abril, que hace danza clásica aunque también domina la contemporánea, empezó a bailar cuando tenía tres años. Hasta los siete se desenvolvía bien, pero no destacaba tanto. «Entonces hablamos con las familias y propusimos que aquellos alumnos que estuvieran más interesados podrían hacer más horas para ir caminando hacia el ámbito profesional». Aquel, según explica de Haro, fue el punto de inflexión para la niña. «Lo asimila todo con una capacidad enorme», añade.

En el centro hay un par de casos más de alumnos que prometen. «Sabemos que situaciones como las de Abril suponen un quebradero de cabeza para las familias. Pero para el niño es oro. En Alemania la danza tiene muchísimas posibilidades. Nada que ver con España. Allí hay bailarines que cobran como funcionarios, están muy reconocidos y bien considerados socialmente», manifiesta Silvia de Haro.

Este año, la alumna cambrilense ha ido un par de días a la academia Artemis de Tarragona para preparar los exámenes de acceso al grado profesional. Pero al final no las hizo porque saltó la noticia de su marcha a Stuttgart.

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