Muestras
Los tesoros de arte gráfico del Pompidou, en una exposición en París
Una muestra reúne dibujos de figuras como Picasso, Matisse o Chagall

Una muestra reúne dibujos de figuras como Picasso, Matisse o Chagall.
Por un periodo de tres meses, el máximo que pueden exponerse para evitar su degradación, las grandes obras maestras de arte gráfico del Centro Pompidou, cerrado por reformas hasta 2030, reclaman su protagonismo este invierno en París, en una muestra que reúne dibujos de figuras como Picasso, Matisse o Chagall.
Bautizada Dessins sans limite (Dibujos sin límite), la exposición, que se podrá ver en el Grand Palais desde esta semana, propone un recorrido temático por unas 300 piezas de la colección del Centro Pompidou, que es una de las más importantes del mundo con unas 35.000 obras en papel de los siglos XX y XXI.
Están normalmente guardadas en la oscuridad, para evitar los daños que les causa la exposición a la luz, y no pueden exhibirse frecuentemente, ya que cada vez que se muestran deberán quedar guardadas durante un periodo de al menos tres años.
Por eso Dessins sans limite es un acontecimiento que el propio Pompidou -que nunca hasta ahora había realizado una exposición centrada en sus fondos de arte gráfico- cataloga de «excepcional» y que solo durará hasta el 15 de marzo, al cumplirse los tres meses exactos de exposición.
«Sabemos que aunque las pongamos en la oscuridad no van a repararse, la acción de la luz es irreversible», explicó al presentar la muestra a la prensa Claudine Grammont, responsable del Estudio de Arte Gráfico del Pompidou y comisaria de Dessins sans limite junto a la conservadora especializada en dibujo Anne Montfort-Tanguy, también del mismo centro. La exposición permite descubrir cómo la práctica del trazo sobre el papel se fue transformado a lo largo del siglo XX y el XXI, y en particular cómo se convirtió en «un modo de expresión verdaderamente autónomo», indicó Grammont, y no solo una forma de preparación antes de trasladar las ideas al lienzo u otros soportes.
También explora la forma en la que los artistas han ido forzando límites (y de ahí el título), hasta entrar en el terreno de la instalación, la performance o el cine.
Es el caso de obras como The Bar No.1, de Gilbert & George (1972), capaz de convertir las paredes de una sala, totalmente forradas en dibujos, en una taberna en la que el visitante no puede entrar sin encontrarse las perspectivas un poco deformadas, como si estuviera algo ebrio. O también del filme de 16 milímetros sobre el que el neozelandés Len Lye dibujó directamente sobre la película para crear Free Radicals (1958/1979), con líneas que se mueven rítmicamente en la pantalla al ser proyectado.